¿Entonces, qué hay de cierto?

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

La historia es del que la cuenta. ¡Qué difícil resulta la objetividad y la veracidad en la narración de un hecho! Una misma noticia la juzga y valora de modo diametralmente opuesto un telediario de izquierda, de un liberal, que de un conservador. Unos exaltan lo que los otros tiranizan. Julio César el gran conquistador romano, brillante orador, elegante escritor, estratega excepcional, admirado por siglos ahora lo ponen entredicho historiadores como Paul Johnson que lo tacha de infame por haber invadido al pueblo galo sin necesidad, ocasionando la muerte de un millón de personas inocentes. Como César redactaba cada batalla, lo más probable es que haya exagerado. Entonces, ¿quién fue en realidad, un héroe o un villano? La historia de la independencia de las Américas la contaron e influyeron anti españoles y hasta el día de hoy se respira un resentimiento que astutamente supieron inocular y que tomará lustros depurar. ¿Entonces, qué hay de cierto en cada historia? Lo suficiente para una mente mesurada, analítica, equilibrada, y bastante para una obsesiva.