Ayuno del “hay que”

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

En cierta ocasión san Agustín escuchó los graznidos de unos cuervos, un sonido discorde que se asemeja a la pronunciación de la palabra latina: “cras”, cuyo significado es mañana. Y como los santos todo lo ven desde Dios, esto le sirvió para reflexionar en que el mañana se presenta como una esperanza, una ilusión, un espejismo incierto. El momento presente es el único que poseemos, es irrepetible y por eso debemos darle un significado. Pongamos atención y miremos cuántas veces utilizamos y escuchamos la expresión: “hay que” haciendo referencia a lo que otros deberían realizar, pero jamás nosotros. ¿En tu casa no te resulta familiar los eternos, “hay que pintar la sala”, “hay que cambiar la cortina”, “hay mandar a arreglar la lavadora”?, pero pocas veces escuchamos, voy a pintar, voy a comprar, voy a arreglar. Y lo mismo se aplica para el trabajo, el país o los planes personales.  Sería muy provechoso promulgar un ayuno de los verbos en subjuntivo, en modo potencial, desiderativo o condicional y hacer campaña de verbos que manifiesten compromiso, responsabilidad, trabajo, acción, solución a los problemas. Hablar en indicativo o en gerundio resolvería de inmediato muchas dificultades.