El progreso

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

En cada época existen luces y sombras en los distintos sectores que integran nuestra cotidianidad. Comparar generaciones, tentación de los mayores, es un error porque las formas de expresarse evolucionan sin llegar a un canon definitivo y las del pasado no volverán. El desarrollo de la tecnología es algo incuestionable que transformó el mundo de las comunicaciones, el transporte, la medicina y de las ciencias en general. Pero ¿podemos afirmar que ahora hay menos dolor, enfermedad y pobreza que antes? ¿Han disminuido o aumentado las guerras? Varios analistas afirman que a Estados Unidos le urge provocar una guerra para reactivar su economía. ¿Qué significa entonces que estamos progresando si estamos sumergidos en una crisis económica, política, religiosa y social profunda? ¿Qué mensaje transmite el arte, la música, el baile, las modas, el cine, la literatura contemporánea? Si entendemos el progreso como el conjunto de elementos que nos humanizan, nos hacen mejores personas, nos dignifican, entonces creo que debemos apostar por una educación en los valores si queremos realmente progresar en el sentido integral del ser, no en el tener, en el sentir o en el aparecer.