En el ameno huerto deseado

Fuente de gozo

Autor:  José María Lorenzo Amelibia

Pagina Web: Mística                     

 

  •   Pasan los años; la "rueda del tiempo" gira en repetición monótona de meses y estaciones. Tú y yo nos encontramos, amigo de mi alma, dentro de este caminar en círculo cerrado hacia la eternidad. Cada día te reafirmas en el único cimiento profundo: la gran fuente de gozo y felicidad está en buscar la gloria de Dios en todas las acciones de tu existencia.
  • Epocas de menor ocupación en ti mismo y mayor dedicación a tu prójimo, han resultado más felices. Ya lo dijo Jesús: " Buscad primero el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás se os dará por añadidura." ¡Mira el sol con qué paz se derrama en vida y calor! Arde para los demás.

    Pero en el cristiano no cabe la ayuda a sus semejantes por simple altruismo. Todo amor brotará en ti de una vida centrada en Dios por la oración y la lectura de libros santos.

    Busca tiempo en el arca de tus ahorros y dedica largos momentos al día a este noble quehacer. ¡Importa mucho!

    Cuando el trato con el Padre haya arraigado en tu alma como roble añejo en la tierra, y la lección sagrada cubra tus ratos de solaz, el ejercicio de amor y dedicación al prójimo será la respiración necesaria de tu existencia. Comprobarás en ti mismo que el gozo auténtico no robará la gloria de Dios, sino que nacerá de ella misma.

    Vas a pensar desde hoy en tus decisiones cotidianas cuál es el camino que el Señor desea para ti; cuál es el sendero de su mayor gloria. Y síguelo; sin discusión con la duda.

    Un río de gozo embargará tu corazón; que Dios nunca deja en la estacada a quienes de veras le siguen.

    "Alegraos siempre en el Señor; os lo vuelvo a decir, alegraos", nos lo asegura San Pablo. La paz inundará nuestros corazones. Dios quiere ser El, ¡El solo!, la fuente inmensa de tu felicidad. Busca a tu Señor. No vayas detrás de satisfacciones efímeras. ¡Ojalá llegues a olvidarte del placer y de ser feliz!

    Busca a Dios en sí mismo y en el prójimo y hallarás dicha temporal y eterna.