Retiros Espirituales

Octubre 2000

Autor:  José María Lorenzo Amelibia

Pagina Web: Mística

                  

     

Desde hace veinticuatro años (1979) seis amigos sacerdotes nos reunimos dos veces al año para celebrar retiro espiritual. En verano, cuatro días. En Pascua, una mañana. Te ofrecemos aquí varios puntos de nuestro retiro, con el fin de que te pueda ser útil.

 

PUNTOS DE MEDITACIÓN DEL RETIRO

1.-Momentos del comienzo del retiro. Nos encontramos reuniéndonos en el año 33 de nuestro sacerdocio. Como sucesos que este año nos han impresionado y podemos hacer unos minutos de reflexión y oración: Don Martín Larráyoz ha pasado. Aquel vicerrector, gran educador en la fe, que tanto influyó en nosotros. Le he seguido un poco en su enfermedad. Su fuerza de voluntad. Practicaba lo que nos aconsejaba. Atento... Nos vamos quedando sin padres en la fe. Ahora nosotros tenemos que ser los padres en la fe. Recordamos hoy también a Martín Descalzo, del que suelo leer algo muy a menudo. Pasó al Señor hace ya varios años. Su cambio fue muy profundo, al parecer desde que comenzó su enfermedad. Podemos considerarlo con una gran escritor de espiritualidad del siglo XX. ¡Señor, ¿cuándo cambiré yo de verdad? No necesitamos ideas nuevas. Sino vivirlas.

2.- Venimos a llenarnos de fervor unos con otros. ¡Es la ocasión! ¡Venimos a que nos llenes Tú a todos! La vida es corta, pero el año es largo... Enséñanos a cambiar, Señor.

3.-Nuestro gran problema para la oración es la aridez, la sequedad. Tiene que estar ya resuelto: Lectura espiritual; jaculatorias; escuchar y seguir mentalmente oraciones; sacrificios pequeños pero voluntarios.

4.-Devoción a María. A veces cuesta. He leído "Las glorias de María." Dificultades en superar: intelectualismo; excesivo sentimentalismo; pero al perder los padres y quedarnos solos... A veces quisiéramos el regazo de una madre. Esta devoción nos inculcaron nuestras madres.

5.- En cuestión de humildad lo menos que podemos hacer es humillarnos en la oración ante Dios. Y, cuando nos lleguen, humillaciones, aprovecharlas con sencillez.

6.-Veo gente agnóstica y parecen buenos. Algunos más virtuosos que mucho cristianos. Me lleno de confusión. Nosotros tenemos el don de la fe. ¿Lo hemos puesto en peligro? ¡Cuántas lecturas; cuánta curiosidad... cuánto me ha gustado leer cosas contra ciertos modos de religión! ¡Demasiado! ¡Guárdanos, Señor, como a la niña de tus ojos! Ahora no puedo más que humillarme ante el Señor. No merezco el don de la fe. Ni siquiera me atrevo a decir "gracias", como si se tratara de algo medio merecido, medio debido.

7.-¡Cuántas veces me he aburrido en la oración. No he sabido aguantar. Ahora, aunque esté seco, tomo textos del Evangelio. Leo, miro, tomo unos párrafos de cartas de amigos. Y me siento bien, saboreando...Escuchar... hacer algo, estar... Al menos una hora ¿Qué menos? ¿No habéis podido permanecer conmigo en oración una hora?

8.-Todos los deseos llevarlos a la oración. Me quema el mundo que se hunde en el mal. Poco puedo hacer; apenas influyo en unas decenas de personas. Y a veces... Quisiera tener una palestra de lanzamiento, como los obispos, como... Pero puedo ser motor de muchos que tienen esas grandes palestras, sin descuidar la mía propia.

9.-Señor, buscar todas las ocasiones para estar contigo. Bernardo Maisterra decía: Hacer las cosas de la casa. El resto del día, oración. Que sepamos buscar nuestro "recreo y distracción" en ti. Ratos específicos de oración e intimidad con Dios, al menos una hora diaria. A veces el comer solo o el hacer trabajos manuales es una gran ventaja. Entonces resulta más fácil la oración y el sentirse con Dios. Escuchar cintas en estos ratos libres.

10.-El único o al menos el mayor consuelo de mi oración es decir a Dios: "Compadécete de mí, que soy un pobre pecador." No he sabido servirte. He sido un siervo inútil. No he buscado a las almas. Ayúdame desde hoy a ser un poco útil a tu Cuerpo Místico... No merezco quererte. Y no me gusta la humillación, aunque debiera desearla más que los santos. Ellos al fin y al cabo te sirvieron.

11.-Te pedimos el don de abnegación. Negarnos en caprichos, comodidades, placeres, pequeños honores. Lo pido... La purificación interior es la manera de avanzar por los caminos de Dios. si no avanzamos es por no ser mortificados. Pero no podemos serlo sin la ayuda de Dios. Por eso vamos a pedirlo.

12.-Lectura espiritual. Me entusiasma, alienta, enardece, pero después mi oración no rima con la lección. Tan sólo pido perdón a Dios y confío. El me ayudará.

13.-Para llegar a la santidad necesitaría al menos doscientos años. Camino a paso de burra.

14.- He descubierto este año el sentido de la oración vocal. Disfruto atendiendo al Padre Nuestro, el Avemaría, el Rosario. Sólo hace falta prestar atención. Epocas de Rosario bien rezado, épocas de gran fervor de espíritu.

15.- Alma de Cristo, santifícame. Pero me da miedo la soberbia; me puede hacer caer. Se mete la soberbia en los conventos, en los eremitarios, y hasta en los fracasados. Santifícame sin que nadie se dé cuenta y déjame influir en tu Iglesia como raíz, como cimiento, siempre oculto.

 

EXAMEN PRÁCTICO

I AMISTAD

"Nada hay comparable a un amigo fiel."

- ¿Fomentas la amistad con personas religiosas de verdad?

- ¿Eres fiel a la amistad?

- ¿Pierdes amistades por desidia y falta de comunicación? - ¿Pides perdón de tus torpezas?

- ¿Eres delicado y atento?

- ¿Eres descuidado o irrespetuoso?

- ¿Procuras elevar y dar tono a la amistad natural?

- ¿Hacéis algún plan común de santificación?

- ¿Huís del espíritu de murmuración?

- ¿Sabes desahogarte con los amigos y escucharles?

- ¿Eres receptivo y comunicativo?

- ¿Acaparas la conversación?

- ¿Son tus mejores consejeros?

- ¿Sabes aconsejarles bien?

- ¿Crece la vida interior de todos en el mutuo trato?

- ¿Os cerráis a los demás? ¿Tenéis plan de apertura?

- ¿Buscas en ellos y les das consuelo y apoyo?

 

II.- DIRECCION ESPIRITUAL

- ¿Con quién llevas algún tipo de dirección espiritual?

- ¿Haces algo por buscar un buen director de espíritu?

- ¿Llevas dirección habitual u ocasionalmente?

- ¿Le das cuenta de tu interior a él?

- ¿Eres excesivamente dependiente de su orientación?

- ¿Sabes caminar con dirección, pero sin dependencia?

- ¿Te das cuenta de que para avanzar en las vías más altas de la vida espiritual es necesario el apoyo del director?

- ¿Adviertes que nadie es juez en propia causa?

- ¿Cada cuanto tiempo llevas dirección? ¿La unes con la confesión?

 

III- DISCERNIR EN TU ESPIRITU

- ¿Te das cuenta de que en tus decisiones se mezclan muchas veces el bueno y el mal espíritu?

- ¿Has obrado hoy con paz?

- ¿Te has dejado llevar del amor propio?

- ¿Tu mente se deja guiar por la verdad o por la pasión?

- ¿Haces trabajos inútiles o solamente por amor al dinero?

- ¿Eres dócil a los consejos del director espiritual?

- ¿Eres discreto, juicioso, prudente? Piensa detalles de hoy.

- ¿Tus pensamientos íntimos son humildes, soberbios?

- ¿Buscas la paz, las virtudes o tu interés egoísta?

¿Estás preocupado de ti mismo siempre o de los demás también para ayudarles?

- ¿Procuras dejar las obras bien acabadas, aunque sin escrúpulo? - ¿Tienes paciencia en el dolor y cuando te sale algo mal?

- ¿Fomentas la confianza en Dios y desconfianza en ti mismo?

- ¿Procuras separar lo bueno de la escoria del egoísmo?

ADVERTENCIA FINAL

PARA NOSOTROS ES MUY IMPORTANTE EL RETIRO

Necesitamos dedicar un día al mes al retiro espiritual: medio día en soledad al menos relativa. Día de revisión, de meditación de encontrarnos más próximos a Dios. No es necesario hacerlo varios juntos; bueno sería, pero no siempre es posible. Cuando se hace solo es más "desierto".

Estar sobre todo ese día como la esponja en el mar, sumergidos en Dios. Que las aguas de su amor nos vayan penetrando por esos poros tantas veces ajenos al Señor. Permanecer envueltos en el silencio exterior y sobre todo interior. Dentro de su paz.

Pero no creas que el enemigo de tu paz te va a dejar en perfecto sosiego. Quizás te suscite inquietudes acerca del pasado o del futuro; quizás cunda en tu alma el desaliento o la tristeza. Por eso no vayas a pasártelo bien en esa especie de unción romántica. No vayas a gozar; vete a buscar a Dios. Y tampoco vayas con temor a fantasmas. Pero ayúdale a Dios a que te ayude. Desecha los pensamientos deprimentes, pero sin ponerte a dialogar con ellos. Dile al Señor: ¡Señor, yo te amo; en Ti confío y creo en tu amor!

Mucha gente practica el retiro mensual. Incluso gente trabajadora lo hace con el plan Zen o yoga cristiano. Los conozco, aunque no he estado todavía con ellos.

TERMINAR EL RETIRO DANDO GRACIAS A DIOS POR TODO; PEDIRLE PERDON DE LAS LAGUNAS; HACER PROPOSITO FIRME. Y NO OLVIDAR DE DEDICAR BUEN RATO A LA ORACION DE PETICION. OCTUBRE - DICIEMBRE 1998