Domingo XIV del Tiempo Ordinario, Ciclo A
"Te doy gracias, Padre..."

Autor: Padre José Rodrigo López Cepeda 

 

 

El Evangelio recoge una emotiva acción de gracias de Jesús. La dijo cuando al volver los discípulos después de una primera correría apostólica, le contaron lo bien que les había ido. La gente sencilla se había abierto a la predicación de la Palabra. Termino diciendo, que no tan contentos del éxito como de haber cumplido la voluntad de Dios, por que "sus nombres estaban escritos en el libro de la vida" Dios contabiliza siempre el bien. Todo esto lo encontramos en el pasaje paralelo de Lucas (10. 17-20)

Evangelio de San Mateo 

"Te doy gracias, Padre ... porque has escondido esto a los sabios... y lo has revelado a la gente sencilla" No es que los intelectuales no puedan descubrir a Dios. Los dones de inteligencia, sabiduría y ciencia. Dios los regala a todo tipo de creyentes, baste recordar a Santa Teresa o San Agustín o Santo Tomas de Aquino, entre otros, han sido pozos del saber. Pero es la sencillez del corazón, lo que nos prepara a este conocimiento. "Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios" 

"Sí, Padre, así te ha parecido mejor" Ha querido el Señor que la puerta de acceso a Él sea la confianza sin limites y plena que nos lleve a su amistad "Si no os hacéis como niños no entrareis en el Reino de los cielos" 

- Nadie conoce al Padre, sino el Hijo... Dios es siempre misterio. Es inaccesible, inalcanzable para el simple razonamiento humano. A Dios Padre el único que lo conoce plenamente es el Hijo. Es el rostro del Padre. 

"Felipe, quien me ve a mi ve al Padre" (Jn 14. 9) Jesús vino a este mundo con la tarea primordial de darnos a conocer al Padre. Por eso el Evangelio es el camino mejor para conocer a Dios. 

- "Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados..." Una invitación cordial. Dios es para todos. Para los que van por la vida con un corazón de fiesta y para los que les acompaña la sombra del dolor. Por eso nos dice esa palabra de confianza: "Yo os aliviare" En todo momento Jesús es hombre Dios amigo, paño de lagrimas, cirineo, confidente, apoyo y solución. 

- "Cargad con mi yugo...." Aunque la fidelidad a Jesús imponga cargas. "El que quiera venir tras de mi, cargue su cruz y me siga" ( Mt 16. 24) nos promete un yugo soportable. Son las cargas que impone el amor, que aunque sean costosas se llevan como algo ligero. 

Oración de gratitud.

No es la oración más corriente. Nos sale más fácil el pedir. El mismo Jesús nos enseño el Padre Nuestro, con las siete peticiones escatológicas. Pero a los corazones grandes, que siempre tienen ojos finos para descubrir con que detalles Dios envuelve la vida, les sale espontanea y generosa la oración de agradecimiento. 

Hoy Domingo, el día de la Eucaristía, que significa acción de gracias, le agradecemos al Señor:

- El don de la fe. A la Virgen se le dio su prima Isabel: "Dichosa tú que has creído" En este mundo tan de espaldas al regalo de la fe, con tanta gente que vive en la indiferencia, es bueno decir: "Señor gracias porque te conozco y te quiero. He conservado la fe y sin ella me seria difícil entender la vida. Aumentamela. Ojalá me hicieras un buen testigo de la fe. 

- La alegría de la esperanza. Nos basta leer la cita de San Pablo en la Epístola: "El que resucito de entre los muertos a Jesús, vivificara también nuestros cuerpos mortales" esperamos confiadamente en la promesa de que nos confiara la vida a su lado. Y esa esperanza nos ayuda a sembrar esperanzas en este mundo. 

- Finalmente la confianza en que Dios nos quiere. Como mucha gente, hemos entendido que tenemos que llenar la vida de amor, devolviendo en mil detalles con todos, el amor que Dios nos da en todo momento. 

Queridos hermanos de la lista. No esta de mas terminar esta triple acción de gracias con una letanía agradecida de cosas, que por ser tan normales no les damos importancia: la salud, la alegría, la familia, el pan de cada día, el entender la cruz, el deseo de ser santos, el saber que la Virgen camina siempre a nuestro lado .... y una larga lista de tantas cosas por valorar y agradecer. 

Con mis pobres oraciones.