Domingo IV de Cuaresma, Ciclo A

"Caminad como hijos de la luz"

Autor: Padre José Rodrigo López Cepeda 

 

 

Es la consigna de San Pablo en este Domingo y guarda relación con el Evangelio del Ciego de Nacimiento. Al Bautismo se llama también - baño de iluminación - El Señor nos pasa de la ceguera a la luz de la fe. "En otro tiempo erais tinieblas, hoy sois luz en el Señor" Pero eso en la Noche de Pascua Proclamaremos con fuerza: ¡Luz de Cristo! Y encenderemos nuestra candela en el Cirio Pascual. Al final del Bautismo se dice a la familia: "A vosotros, padres y padrinos, se os confía acrecentar esta luz. Que vuestros hijos iluminados por Cristo, caminen como hijos de la Luz"

La Curación del Ciego de Nacimiento 

A través de este milagro, - a los que San Juan llama "SIGNOS" de la vida nueva que trae Jesús: el vino de Caná, la curación del Hijo del centurión, el paralítico de la Piscina, los panes de la multiplicación... La Iglesia explicaba a los catecúmenos la gracia iluminadora del Bautismo.

"Hizo barro con saliva y le untó en los ojos"

La iniciativa parte de Jesús. Mientras discute si la ceguera es efecto del pecado, Jesús le hace el milagro. "Ve a lavarte a la piscina de Siloé. él fue, se lavo y volvió con la vista recuperada" Era una nueva creación ¡Hágase la luz! Otro ciego le había pedido al Señor: ¡Que vea! (Mc 10. 15) y recobraba la vista, "Le siguió por el camino"

- La fe es una gracia de Dios, que nos viene por la Iglesia. se decía en el Ritual anterior: ¿Que pides a la Iglesia? - La fe. Esta nos viene por la familia, la Parroquia, El grupo, etc.. ¡Benditas las Madres que habéis sabido enseñar a rezar a vuestros hijos! La fe llega hasta nosotros por una cadena ininterrumpida de Palabras y Vida, que arranca desde los Apóstoles "Lo que hemos visto y oído os lo anunciamos para que también vosotros estéis en comunión con nosotros ... con el Padre .... y con el Hijo" ( 1 Jn 1. 3)

"Y tú ¿que dices del que te ha abierto los ojos?"

El ciego iluminado y feliz, va creciendo poco a poco en el conocimiento del Señor. 

"Ese hombre que se llama Jesús" "Es un Profeta" "Si este hombre no viniera de Dios no tendría ningún poder" "Creo Señor. Y se postro ante él"

La fe no le fue fácil. Sintió la indiferencia de la gente, el des entendimiento de la familia, la hostilidad de los fariseos, que le echaron de la Sinagoga.

- En el comienzo de la Iglesia, el camino era "de la fe al Bautismo" Hoy es al revés: "Del Bautismo a la fe" Por eso es necesario la formación del creyente Y ademas de la Catequesis de iniciación, es urgente la catequesis de adultos en nuestras parroquias, pues nadie habla de lo que no conoce, necesitamos una fe que nos ayude a dar razón de nuestra esperanza. La participación en la vida de la Parroquia, Escuelas de Teología, cursillos de formación, pertenecía a grupos de apostolado... todo es importante para vivir con una fe a la altura de las exigencias de hoy.

Un Decálogo para el creyente de hoy.

1. La fe es un don de Dios "Eso no te lo ha enseñado nadie de carne y hueso, sino mi Padre celestial" ( Mt. 16, 17 ) ¡Gracias Señor por la fe!

2. La fe es un motivo de felicidad. María, "Dichosa tú que has creído" 

( Lc 1. 45 ) 

3. La fe es adherirse a Jesucristo, pegarse a Él como el cuerpo a la sombra.

"los llamo para que estuvieran con Él" ( Mc 3. 14 ) 

4. La fe es una búsqueda constante del Señor. "¿Donde vives Maestro?" ( Hec. 9 5; Jn 1. 38 ) 

5. La fe tiene que crecer. O crece o muere. "Aumentanos la fe" ( Lc 1. 7s ) 

6. La fe es amistad con Jesús: trato y fidelidad. "Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando" ( Jn 15. 14 ) 

7. La fe me da confianza y seguridad. "Sé de quién me he fiado" (2 Tim 1.12

8. La fe es luz, conocimiento, ojos nuevos para ver la vida. "Habéis oído que se dijo, pero yo os digo" (Mt 8. 25) 

9. La fe no es una posesión tranquila, se vive en medio de dificultades.

"Salvanos, Señor que perecemos" ( Mt 8. 25) 

10. Creer es tomar parte en la Iglesia. "Sobre esta piedra edificare mi Iglesia" (Mt 16. 16 - 18) 

Que Santa María de la luz, encienda en nosotros la luz de su Hijo.

Queridos hermanos de la lista, cuando celebro la Eucaristía diariamente, me encuentro ante el supremo amor, entre mis manos, que siempre serán indignas de tal Gracia. Y entonces me pregunto como el Salmista:

"Que es el Hombre, Señor, para que te acuerdes de él...el ser humano, para darle poder…" (salmo 8)


Con mis oraciones