Hasta que la muerte nos separe

Autora: Kary Rojas

 

 

Una frase que se convierte en promesa eterna de amor, la pronuncian aquellos que desean hacer inmortal una relación; y siempre nos imaginamos que se rompe cuando fallece alguno de los dos; lo que no sabemos es que cuando existe el verdadero amor, aún más allá de la muerte del cuerpo, las almas permanecen vivas y sigue vigente por siempre el sentimiento que los unió. Probablemente lo que expresamos en ese momento tiene que ver más con la muerte de lo que surge por dentro, porque así de la misma manera en que muere un cuerpo, si se enferma, si no se alimenta, ni se cuida, se mueren también los sentimientos. Y en esa alianza pronunciada al decir: "Hasta que la muerte nos separe", perdemos muchas veces la credibilidad de lo que estas palabras realmente valen; porque somos testigos y protagonistas de tantas relaciones que se acaban, sin que sea la muerte de alguno de los dos, quien para siempre los separa.

"Hasta que la muerte nos separe". Tal vez lo que esa frase realmente significa, es como decir: hasta que la muerte del amor que los unía, aún estando vivos los distancie; hasta que mueran los detalles, las manifestaciones de afecto y ternura que alimenta, fortalece y es una de las razones más fuertes por las cuales una relación perdura. Hasta que muera la atracción y el encanto; hasta que muera lo que hace único y especial cada día que se comparte con aquella persona a la
cual se le había dicho alguna vez que se amaría de por vida y de esa promesa nada queda ya. Hasta que muera la fidelidad y lealtad, hasta que muera la paciencia y tolerancia, y ya no sea sano convivir porque lo que había entre los dos está muerto y así no se puede ser ni hacer feliz.

Es mucho lo que implica sellar con estas palabras una alianza; muchos al ver y experimentar como se quebranta, dejan morir las ilusiones, la fe y la esperanza; piensan que no existe un amor o una amistad que le gane la batalla a todo lo que diariamente les ataca, para matar las promesas que se construyen y acabar con aquello que en algún momento fue tan sagrado y valioso que parecía sería eterno, pero que realmente, tarde que temprano, la muerte los separa.

Es responsabilidad de dos, cuidar, alimentar y fortalecer el amor que los mantendrá para siempre unidos, que nada, ni nadie, ni siquiera la muerte los separe.