Que Dios te perdone, porque a mi me ha de costar...

Autora: Kary Rojas

 

 

Porque hay momentos en una relación, que aunque esté inundada de mucho amor, surgen instantes de dificultad, que son a veces muy complicados para superar y perdonar… No sabiendo que decir, con todo el collage de emociones que se han de sentir; no existe mejor respuesta para regalar: que Dios te perdone porque a mi mucho me ha de costar… aunque es más fuerte lo que te he de amar…

Y en ese querer buscar la solución, las cosas rápidamente cambian de color, pasan de rosa a negro, o de blanco a marrón; suben o bajan, hasta surge la indecisión que cual de los dos es el primero de dar el primer paso y dejar de lado lo que ocurrió…. Es tan difícil decidir, y no se puede más que decir: que Dios te perdone, porque a mi me ha de costar; pero sin ti me es espinoso vivir y mucho te he de extrañar…

Solo un amor verdadero es capaz de sanar el dolor, que causan los mal entendidos que ocurren entre dos, por los celos, por una mentira, por ser susceptibles o por llamar la atención; por querer acaparar los espacios, por necesitar ir a veces despacio, por entender que aunque se aman como si fueran uno, piensan y sienten como dos… en esos momentos tan complicados, la más apropiada expresión es: que Dios te perdone porque a mi me ha de costar, pero se que con una llamada o un abrazo todo se me ha de olvidar…

Antes de perder tiempo esperando a que el otro se decida a actuar y romper las barreras del silencio que a los corazones mucho ha de separar; es mejor buscar soluciones, tratar de dialogar, sin sacar las cosas en cara, sin decir que recibió menos ni quien dio más… saber lo que gusta o disgusta, lo que les hace feliz o enojar… evitar los malos momentos, tratar de aprovechar el tiempo que se les da; y antes de ofender con palabras, es mejor levantar la mirada y expresar: que Dios te perdone porque a veces con lo que dices y haces a mi me ha de costar…

Y si Dios nos perdona 70 veces 7, por qué nosotros no nos podemos perdonar? Si sabemos que nos amamos demasiado, que necesitamos estar juntos y compartir la vida que se nos da; olvidemos lo que pasó, regalémonos otra oportunidad, no dejemos que nada ni nadie nos dañe el amor, ni nos deteriore la amistad… Que Dios nos perdone cuando nosotros no sepamos de corazón perdonar…