Siéntate en la silla

Autora: Kary Rojas

 

 

Porque en ese caminar por la vida, mientras que recorremos intensos caminos, los zapatos se pueden desgastar o apretar, cuando nos crecen los pies en el arduo proceso de avanzar para poder lograr lo que soñamos alcanzar; se hace tan necesario a veces encontrar esa silla, no para subirnos en ella, sino para sentarnos y darnos la oportunidad de descansar…

Siéntate en la silla, desabrocha tus zapatos, saca las piedrecillas que aunque a veces son muy pequeñas, nos tallan mientras estamos caminando, entorpeciendo o martirizando nuestro paso, tan solo porque no nos damos este espacio, de sentarnos y permitirnos respirar un poco más despacio, pues nos agitamos a veces por ir tan rápido, más cuando estamos escalando…

Siéntate en la silla, revisa tu equipaje, quizás hay cosas que portamos y nos están pesando; miedos y temores, recuerdos dolorosos, vacios, desengaños, rencores o resentimientos de los cuales no nos hemos despojado; cargar todo eso nos agota y nos hace más extenuante el andarlos llevando; por eso, ahí sentados, podemos intentar liberarnos de tantos grilletes pesados que desde hace mucho o poco cargamos.

Siéntate en la silla sana las heridas, lava tu ropa, límpiate y aliméntate bien de todo aquello que te nutra y fortalezca, para que tengas nuevos ánimos y fuerzas en esta ardua maratón por la vida, que nos llevará triunfadores a la meta…

Siéntate en la silla y contempla lo que hay a tu alrededor, eso que quizás por ir tan rápido dejas pasar de largo sin darte la
oportunidad de disfrutar y descubrir su inmenso valor; los rostros de las personas que caminan contigo, los momentos con ellos compartidos, las bendiciones que se te han dado, el valor tan grande que dentro de tu alma hay guardado y que muchas veces quizás por sentirnos tan apurados y afanados en escalar y llegar pronto a lo que hemos anhelado; nos olvidamos de todo lo que el Amigazo Dios con tanto amor nos ha regalado.

Siéntate en la silla y lleva siempre otra silla contigo, para que le permitas sentarse a tu lado a un amigo, compartan de la vida, aprendan mutuamente de lo que hasta el momento han vivido, revisen su maleta y repongan el viático para el camino…

Siéntate en la silla, pero no te estanques en ella, ni te quedes a la vera del camino; no seas de los que se acomodan y solo observan, aplauden o critican y ven como les pasa la vida sin haberla vivido; pierden el sentido de lo que son y lo que esperan alcanzar; creen que ya no hay más nada que hacer solo descansar y esperar…

Siéntate en la silla, recupera tus fuerzas, y cuando así lo sientas, levántate, anda y súbete en ella, para que alcances y hagas realidad todo lo que sueñas…