Hasta el último momento…

Autora: Kary Rojas

 

 

A veces da miedo, permitirle al corazón sentir, por temor de correr el riesgo de sufrir, sobre todo cuando sabe la razón, que será muy poco el tiempo para compartir y llegará el día, en que los caminos que un día se unieron para engrandecer el alma y bendecir, en cualquier momento se separarán porque alguien tiene que partir…

En ese afán sin saber que hacer, muchas veces se piensa mejor no querer, romper cualquier lazo que une, limitar lo que puede llegarse a compartir, para que sea más fácil la separación, y no duela tanto el corazón a la hora de decir adiós; pero reprimir puede ser más difícil que permitirse sentir, por todo lo que se deja ir sin llegarlo a vivir… Y en esa confusión de emociones le preguntamos a Dios, por qué no nos diste más tiempo? por qué no nos encontramos con anticipación? por qué sentimos que dura tan poco lo que pedimos toda la vida en oración? si en este caminar hemos crecido como personas y hemos aprendido a experimentar lo que es el verdadero amor y amistad, si he podido contemplar en tu interior, la expresión más hermosa del amor del Creador…

Hoy ante todo lo que hemos compartido y vivido, por cada huella que en mi has dejado, por tantas cosas que siento que me has dado y de mi has recibido, sé que será imposible olvidar todo lo intercambiado y construido, porque le ha dado a nuestras vidas otro valor y hemos visto todo con nuevos ojos, de otro color…

Por eso, no quiero desperdiciar cada momento que contigo voy a estar, y asumo el riesgo de llorar, cuando nos llegue la hora de tenernos que alejar… prefiero mil veces enfrentar el día que toque la separación, que lamentarme por tantas cosas que pudimos disfrutar y preferimos dejar pasar, tan solo por no causarnos heridas a la hora de marchar… De todo esto nos quedará cada instante compartido, lo que hemos llorado y reído, las palabras y aventuras, los abrazos y ternura, la sonrisa y el consejo, que entre más tiempo que pasemos y aprovechemos, más páginas quedarán escritas en nuestro
libro de recuerdos…

No quiero llorar ni sufrir con anticipación, nublando los días de luz que vive mi alma al lado de tu corazón; no deseo renunciar a lo que Dios me ha sabido dar como bendición; tan solo porque sé que todo lo que comienza debe acabar, que hoy estamos aquí y próximamente en otro lugar; nada es para siempre, pero mientras dura, hay que vivirlo intensamente porque la gracias que hoy nos llega, mañana quizás no se repetirá… Ya de ti y de mi depende el hacerlo inmortal,
alimentando el sentimiento que ha surgido y no dejar que nada ni nadie lo logre deteriorar; aprovechando intensamente cada segundo, sin pensar en que muy pronto quizás alguien tiene que marchar; así podremos experimentar mucha paz, conscientes de que pusimos alma vida y corazón, dimos lo mejor y vivimos intensa y sinceramente, de manera real y transparente, el amor y la amistad.

No hagas caso a mis lágrimas, si en algún momento me ves llorar, son de emoción y acción de gracias a Dios, por el regalo tan hermoso que en ti me supo dar; no olvides que en mi corazón tu tienes y tendrás esa habitación tan especial, en la que entraste un día y ahí jamás te podrán sacar… recibe en cada momento mi bendición: MISPA, para que el Amigazo esté siempre entre tu y yo, manteniendo muy unidos nuestros lazos y emociones, sobre todo a la hora en que nos toque de decir adiós…