He decidido no crecer…

Autora: Kary Rojas

 

 

Ante todo aquello que implica celebrar, los primeros 40 años de vida, me pongo a pensar, qué es lo que realmente significan: Vivir cuatro décadas, implica para muchos sentirse demasiado mayor, ser testigo de cómo el mundo evoluciona, ver pasar por nuestro lado a muchas personas, asumir cambios en la vida que replantean los sueños e ilusiones, los propósitos y tantas emociones que se van generando y hasta desvaneciendo con el famoso correr del tiempo…

Por eso, ante la realidad de que crecer implica para muchos, tomarse demasiado en serio, replantear los anhelos, cargar un equipaje que se va haciendo más pesado con lo que se arrastra del pasado, llenarse de miedos, dudas, prevenciones y hasta resentimientos; caminar demasiado rápido porque se está escapando el tiempo, sentirse tan grande que todo se ve pequeño; he decidido no crecer para que sigan aumentando mis sueños…

Porque de este modo, cada cosa que la vida me ofrece, me sorprenderá, la disfrutaré, por lo grande y maravillosa que la veré… y descubriré lo que desde siempre he contemplado en cada persona que camina a mi lado, sus dones y virtudes, todo aquello que la adornan y la hacen especial, permitiéndome el privilegio de contar con su valiosa amistad…

Y así, sin sentirme demasiado grande, 40 años no serán una tortura, sino todo un compendio de aventuras que no tiene peso ni edad, de las cuales todos participan y me honran plasmando su huella inmortal, que me hace sentir afortunada, por lo que cada uno me ha de enseñar, desde aquellas personitas más pequeñas que muchas veces no logran asimilar, como alguien a penas un poco más alto que ellas, les quiere enseñar y aún se atreve a jugar; hasta la joven que se atreve a abrirle su corazón y sacar libremente todo lo que hay en su interior, con alguien que puede ser su mamá, sabiendo que va a entenderla, guiarla y animarla a no rendirse y siempre luchar; y el adulto que se deja contagiar, de la picardía que se esconde en mi alegría, las travesuras que rompen la monotonía y ante todo la responsabilidad a la hora de trabajar… Todo eso se logra vivir en un mismo momento, cuando aún con el pasar del tiempo, se toma la decisión de no seguir creciendo por fuera, para que por dentro se desborden sueños, anhelos y sentimientos…

Con todo lo que esto significa, sabiendo que me sigo subiendo a la silla y escalo un peldaño más en la vida, me doy cuenta que aún tengo muchas cosas por alcanzar, mi inventario de sueños realizados sigue aumentado y así mismo se van renovando y fabricando otros enormes sueños por los cuales estoy luchando; y aunque he decidió no crecer en estatura, para no sentirme demasiado mayor y disminuir mi ilusión, sé que en la medida que logro que con mi vivir otros crezcan sin rendirse en el intento, aunque haya decidido no crecer por fuera, por dentro sigo creciendo…

Y no solo fui yo quien decidí no crecer, hay un Dios, que mi Amigazo es, y que un día me soñó y me imaginó muy pequeña, para cosas muy grandes conmigo, en mi y a través de mi hacer… ante todo esto no tengo nada que pedir, pero si demasiado por agradecer, porque me he sentido amada y privilegiada, bendecida y muy cuidada…

GRACIAS AMIGAZO… Por este nuevo escalón que se convierte en bendición, porque gracias a ello he llegado a CUMPLIR MIS PRIMERO CUARENTA AÑOS.