No sientas nunca que fue en vano...

Autora: Kary Rojas

 

 

No sientas nunca que nada de lo que haces o vives ha sido en vano… aunque no le veas sentido y consideres que es más lo que has perdido que lo que has ganado, trata de encontrar entre tanta humanidad todo lo divino que en nuestro barro se ha escondido…

No sientas que lo que has vivido con esa persona que tanto amabas fue tiempo perdido ni siquiera porque te falló o porque se fue y no valoró el amor que le has tenido, no sientas que fue en vano tu ilusión aunque nada de lo que soñabas sucedió… quédate con lo más hermoso de todo lo compartido y descubre tu enorme capacidad de amar que te hace capaz de llorar aún sin ser tu amor correspondido… no fue en vano… hoy sabes que en tu corazón guardas demasiado amor y eso te da un inmenso valor… No sientas que fue en vano lo que diste aunque experimentes que nada a cambio recibiste, en tu entrega, está reflejada tu inmensa capacidad de amar, de donarte, de darlo todo sin reservas… eso es lo que al mismo Jesús más nos asemeja…

No sientas que fue en vano el esfuerzo realizado en el partido, aunque perdiste el juego y tu equipo quizás fue vencido, de todo ello has sido capaz de aprender en qué estuvo el error, para hacer las cosas la próxima vez, muchísimo mejor; por eso no sientas que lo que has entrenado ha sido en vano, hay que saber perder, para saber alguna vez cuando sea tu momento, sentirse humildemente un ganador…

No sientas que fue en vano el dolor que sentiste ante la derrota o la caída, si ahora sabes que eres tan fuerte que puedes levantarte y continuar adelante sin renunciar al camino… no ha sido en vano el sendero recorrido, aunque quizás te equivocaste en el rumbo elegido… mientras haya vida hay tiempo y podemos continuar hasta saber llegar a la meta trazada o al sueño construido.

No sientas nunca que fue en vano equivocarte y caer el error, aprende de él para no repetirlo de nuevo y evitarte una consecuencia mayor; no sientas que fue en vano tu esfuerzo sino obtuviste recompensa, aunque empujes la piedra y no se mueva, tu brazos van adquiriendo más fuerza… No sientas que fue en vano creer o confiar, es mejor vivir así que andar angustiados y prevenidos sin sentirte en libertad… No hay que perder la fe aunque las cosas no sucedan como a Dios se las pedimos, El escucha nuestra oración, y nos responde aunque no sepan escuchar su Voz nuestros oídos.

No sientas que lloraste en vano… si cuando superas el dolor te das cuenta de lo inmensa que es tu fortaleza… No sientas que perdiste el tiempo porque te has divertido, sino te estancas en eso ni piensas que la vida es solo fiesta, no es en vano pasarla bien, simplemente no es lo único ni lo que le da sentido al ser y al hacer…

No sientas que fue en vano tu vida, si has nacido es porque el Amigazo tiene un sueño contigo, nada sucede por accidente o casualidad, todo pasa porque de ello algo hay que aprender, crecer, recibir, avanzar, transformar o reparar… a veces es necesario romper para volver a comenzar, aunque creamos que ha sido en vano el tiempo que gastamos construyendo las cosas mal, sino nos damos cuenta no lo aprendemos; lo perfecto no existe, surge de lo más imperfecto en su proceso de transformació n, donde al equivocarnos y darnos cuenta de ello, podemos nosotros mismos aprovechar la oportunidad que se nos ha dado y volver a intentarlo de nuevo.

No fue en vano la muerte de la semilla, ni el rompimiento del barro, no fue en vano lo que experimentó el oro en el crisol, ni la oruga al sentir su cambio… no fue en vano el tiempo de espera ni los dolores de parto… no fue en vano el contemplar la lluvia si mas adelante después de la tempestad un hermoso arcoíris saldrá… no fue en vano el cansancio en el camino, mientras se avanzaba de la montaña hacia lo más alto… no fue en vano el tiempo compartido con quien más se ha amado, no es vano todo lo vivido, porque de ello es mucho lo aprendido y Dios en todo eso ha actuado… El no nos ha creado en vano, conoce nuestra humanidad y deja que se recree en ella su Divinidad, por eso aunque la embarremos mil veces, EL actúa y hace Milagros con nuestra fragilidad… El nos está esperando y hace fiesta en el cielo, cuando al perdernos del camino y alejarnos de casa, luego reconocemos nuestro barro y regresamos…

Nada es en vano… con las lagrimas que se derraman, se limpia y aliviana nuestra alma… con el dolor que se siente podemos aprender de él para hacernos más fuertes, con todo el amor que dimos y con el que nos quedó, podemos aprender a perdonar y sanar nuestro corazón, y luego con el tiempo encontrar a alguien más a quien darle tanto amor…

Con las sonrisas que dibujamos y los instantes de alegría, podemos mantener encendida nuestra alma aunque la tormenta intenta apagar las luces que nos guían… no ha sido en vano el tiempo que gastamos escribiendo en el libro de la vida, ni dibujando en el lienzo del alma, porque estamos haciendo historia y siempre se nos recordará por las huellas que demuestran que no ha sido en vano lo vivido, lo entregado, lo reído, lo llorado, lo perdido, lo ganado, lo ofrecido, lo donado, lo recibido, lo orado… nada, nada ha sido ni será para Dios en vano… porque aunque todo parezca demasiado humano, ahí es donde más se recrea lo Divino y da testimonio de lo mucho que nos ha amado…