Más allá...

Autora: Kary Rojas

 

 

Más allá de lo que a simple vista veo y creyendo muchas veces poder ver más allá, no me doy cuenta de todo lo que sucede y simplemente sigo viviendo como si no me han de importar…

Y mientras intento saber lo que pasa en el mundo, con las noticias que han de mostrar, me informo de cada cosa para poder decir que se mucho de todo aquello que ha de pasar, pero no me involucro en nada ante lo que sucede y sigo viviendo lo mío sin pensar en lo que mucha gente vive más allá…

Escucho y veo hablar de noticias y muertes, de secuestros, miserias y situaciones que se salen de todo aquello creímos podía alguna vez pasar, pero al verlo desde mi casa y sintiéndolas muy lejanas a mi realidad, simplemente sigo sumergida en mi mundo sin pensar en lo que sucede más allá…

Más allá de lo que veo aun en las personas que a diario me encuentro, existe su verdad, y comparto con ellas el camino mostrándoles u ocultándoles mi verdad, sin entender muchas veces el porque de su pensar, sentir y actuar, ignorando lo que viven, si han comido o si tienen hambre de amor y perdón, si quizás necesitan en ese instante un abrazo o alguien que les pueda escuchar, pero no hago nada para conocerlas, me limito a lo que vivo sin hacer el intento de avanzar en su interior un poco más allá…

Más allá de lo que critico de mis maestros o lo que señalo de mis estudiantes, aquello de lo que me burlo o condeno de mis semejantes, existe su realidad… nadie sabe lo que vive cada uno, todos piensan y actúan de acuerdo a su cada cual… la cruda y dura realidad sería muy diferente, si antes de acomodarnos para juzgar y rechazar, nos ponemos en los zapatos del otro e intentamos caminar con ellos así sea unos centímetros más para acercarnos a su alma un poco más allá…

Más allá de mi ventana, quizás en poblaciones más lejanas o cercanas, mientras pienso solo en vivir mi vida, suceden tantas cosas que ignoro o que se convierten en noticias, novelas o películas… y ya la guerra, la miseria, corrupción, la violencia desmedida se nos va haciendo tan normal que no nos estremece, ni nos inmuta, ni nos mueve un poquito el alma, al ver tanto sufrimiento y agonía que padecen no solo el planeta sino también la humanidad; rompemos sin importarnos las consecuencias, los límites de la moral y la libertad, vivimos desenfrenadamente, queriendo salir como sea ilesos en todo lo que se nos ofrece diariamente y que aunque nos educamos y nos la creemos que sabemos tanto, realmente lo utilizamos bastante mal…

Más allá de las necesidades que podamos pasar y mientras nos quejamos de la comida que no nos gusta, de la ropa y aparatos que ya no usamos porque no están de moda ya, hay tanta gente que muere de hambre y miseria, se desgarra con la guerra y la violencia, y no tienen ni lo más mínimo de lo que nos ha de sobrar… a veces solo nos dedicamos a renegar y criticar, a vivir cómodamente, inconformes y desagradecidos con aquello que nos ha de tocar sin pensar si lo tenemos bien o no merecidos, mientras hay tantos que no contaron con nuestra misma suerte, que enfrentan y padecen tantas situaciones que no alcanzamos a percibir porque nunca podremos ver y sentir lo que sucede un poco más allá de nuestra realidad…

Buscamos a Dios en la alturas y sino lo vemos ahí, nos refugiamos en velas, aromas, rituales, horóscopos, sustancias y brujas, que intentan vanamente darle paz a nuestra alma, mientras se le pone fecha de vencimiento al amor, no se cree en el perdón, culpamos a la iglesia y a todo el mundo de lo que nos pasó y llenamos de ruidos, cosas y vacíos nuestro corazón… se nos hace casi imposible aprender a descubrir a un Dios que es amor, en aquel que es un ser humano tanto, menos o más pecador como yo…

Y nos es tan difícil sumergirnos un poquito más allá aún en nuestra propia realidad, nos rendimos o acomodamos ante lo que nosotros vivimos, creyendo que los maltratos, la agresión, el desamor, la infidelidad, el egoísmo, la traición y desunión hace parte ya de lo que hoy en día es normal… por eso las parejas se casan preparadas para cuando se vayan a divorciar, no creemos en un sacramento que hace indisoluble y eterno ante Dios el amor que nos vamos unos con otros a profesar…

No estamos transformando la historia, la repetimos o la deformamos, y creemos que la estamos escribiendo de otra manera, tan solo por todo lo que a diario nos inventamos… de qué nos sirve saber mucho, sino hacemos nada, de que nos vale tener demasiado, sino compartimos ni amamos… parece que al avanzar, más pasos damos hacia atrás…

Y no es que sea pesimista todo lo que aquí digo, ni es optimista el que se inventa un mundo paranormal y se aleja de la realidad sin importarle lo que hay más allá de sus 5 sentidos… todo sería diferente si tan solo aprendiéramos a ver más allá y amar como lo hizo Aquel que murió en una cruz y nos dijo: "Yo no los llamo mis siervos, sino mis amigos, nadie tiene mayor amor que aquel que al amar da la vida por sus amigos… ámense unos a otros como yo los he amado"…

Más allá hay tanto para descubrir y entregar, pero tenemos que hacer realidad aquello que dice: "Solo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos"…

El ciego se puso a gritar: "¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!". Los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: "¡Hijo de David, ten compasión de mí!". Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando lo tuvo a su lado, le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?". "Señor, que yo vea otra vez". Lc 18, 35-43