Es necesario movernos el piso...

Autora: Kary Rojas 

 

¿Por qué tenemos que esperar la muerte para valorar a quien
tuvimos en vida?...
¿Por qué tienen que pasar tragedias, para acordarnos de quienes en
el olvido y en el conformismo de su suerte, sufrían?... ¿Por
qué llegan la enfermedad, la discapacidad, el desamor y la quiebra
cuando todo lo teníamos?... Tal vez porque caminamos confiados,
hacía lo que queremos y soñamos, y muchas veces nos olvidamos no
solo de las personas más cercanas y las que van andando a nuestro
lado, sino de tantos que le pierden el sentido a la vida porque
encuentran todos sus caminos con obstáculos y truncados.

Es necesario movernos el piso, sentirnos tambalear, entender que nada de
lo que tenemos es seguro, la vida de un solo vuelco en cualquier momento
nos puede cambiar…
Hay cosas que vemos tan lejanas, que nunca imaginamos que nos pueden
pasar, la muerte de un ser querido, la posibilidad de enfermarnos, de
perder todo lo material…
Nos sentimos tan poderosos, que nos soltamos de la mano de Dios y
asumimos cada día creyendo que tenemos el control del universo,
cuando en realidad somos tan frágiles y pequeños que en un
instante podemos perderlo todo y no ser más que escombros, cenizas,
agua o fuego… Tomar conciencia de todo esto, no es ser pesimista; es
pellizcarnos un poco, titubear, flaquear en aquello en lo que sentimos
tanto dominio, comodidad y control, porque no existe preferencias en el
corazón de Dios, no ama más a quién le da más, ni se olvida
de aquellos que sienten que nada les dio; cada uno en su lugar, habita
en el corazón del Amigazo y tiene su propia misión, cuesta tanto
entenderlo y descubrirlo, cuando vemos y vivimos la vida con ojos tan
humanos que dejamos de lado el toque divino que se nos regaló cuando
fuimos Creados.

He ahí el aprender a entender el sentir de los sin sentidos…
porque nos es más fácil ubicarnos en el sillón del verdugo que
condena o del espectador que critica todo el partido… la vida no es
para verla por TV ni vivirla solo para uno mismo, la silla que no
tambalea no nos sirve más que para descansar y estancarnos en un solo
lugar… es necesario sentir que pesa tanto moverla, necesitamos que
alguien nos ayude a sostenerla, porque se corre el riesgo de que se
quiebre o se voltee cuando se nos mueve el piso; solo así sabremos lo
que realmente somos capaz de hacer y de sentir, de necesitar y de
dar… se aprende tanto de todo ello y ni cuenta nos damos de
eso…

No culpemos a Dios de lo que sucede, ni busquemos razones a lo que no
tiene explicación, dejemos que de vez en cuando se nos mueva el piso,
simplemente desacomodémonos, miremos más allá, demos un poquito
más de lo que nos toca hacer y dar, nadie sabe cuando en vez de solo
movernos el piso, se nos puede derrumbar todo aquello que creíamos
era para siempre y después de tenerlo todo lo perdamos, nada es
seguro, todo puede pasar…simplemente valoremos, demos gracias y
aferrémonos a Aquel que nos da la Fuerza y la Fe para no rendirnos ni
desesperar y asumir en paz aún todo aquello que nos cuesta tanto
entender…