Hiciste realidad…

Autora: Kary Rojas 

 

Cuando pienso en todas las cosas que he vivido contigo, no puedo más que darle muchas gracias a Dios, por el Don tan maravilloso que en ti me ha concedido…

Tu hiciste realidad…
El sueño de cultivar y hacer vida la verdadera amistad, cuando pudimos contemplar más allá de lo que a simple vista se puede ver, esa magia que es esencial y que solo con los ojos del alma se logra percibir y obtener…

Hiciste realidad…
Mi anhelo de entrar en tu corazón y en el habitar, cuando descubrimos que lo que nos unía y asemejaba, no eran muchas coincidencias ni pura casualidad, sino enormes diocidencias que el Amigazo nos regalaba, para unir nuestros caminos y floreciera en el jardín de nuestras vidas la rosa de la amistad…

Hiciste realidad…
EL tiempo y el espacio que se necesitaba para conocer el interior de cada una y aprender plenamente a confiar; pudimos vencer todas las fronteras, superamos los miedos y las dificultades que en el camino se nos quisieron atravesar… todo ha sido posible porque en cada momento, en letras y en el silencio, alimentamos y nutrimos esta amistad, de la oración y los detalles que la protegen de todo peligro y la ayudan a ganarle la batalla a todo aquello que la quiera debilitar…

Hiciste realidad…
Todo aquello en lo que ya muchos no creen sea posible de vivir a plenitud… tal como la confianza, la libertad, la madurez para saber hablar y callar, estar visible e invisible, ser capaz de abrazar o si es necesario soltar, no pensar en ocupar ningún puesto o lugar, sino simplemente descalza en el corazón de la Amiga caminar … muchos dirán que es muy fantasioso una experiencia así de amistad, en un mundo tan humano y egoísta en los que todos temen abrir sus puertas de par en par, porque pueden perder, sufrir y así dejar de pensar que surjan sentimientos así, tan plenos como el que tu me has ayudado a hacer realidad, contigo todo ha sido posible, he aprendido a creer, confiar, vivir y entender lo que es la Verdadera Amistad…

Hiciste realidad,
lo que siempre en oración a Dios le pedí, lo que tanto busqué y soñé, y apareciste en el lugar que nunca pensé y cuando menos lo imaginé, pero desde el primer instante que te vi, supe que un alma así, es un privilegio conservar y cuidar… por eso hoy en este día, quiero agradecer el DON DE TU AMISTAD, por todo lo que contigo he aprendido y crecido, por tanto que juntas hemos cultivado, por cada uno de los momentos vividos y compartidos, por hacerme mejor persona cada día, por colmarme de abrazos tan mágicos y plenos que me llenan de fuerzas y paz para continuar el camino; y sobre todas las cosas, yo te doy gracias por acercarme más a Dios y hacer a través de ti, aun más real, su presencia en mi vida…

Gracias por hacer realidad la verdadera amistad y ser la amiga, la hermana, el ángel que sostiene mi silla…