Hay días para...

Autora: Kary Rojas

 

 

Hay días para recordar a todas aquellas personas que ocupan un lugar importante, esas que han dejado huellas imborrables y han compartido momentos inolvidables; a ellas que a veces por la rutina, no logramos ver ni hablar todos los días. Hay días en que se hace justo y necesario expresarles de otra forma, que más allá del tiempo y la distancia, siguen siendo parte de fundamental de nuestra vida, y que al traerlas a la memoria, le damos gracias a Dios por permitirnos escribir sus nombres en las páginas de nuestra historia. Es por ellas que en un día como hoy, desde lo que tenemos y somos, queremos cuidar, renovar y fortalecer esos lazos que nos unen, porque su presencia, le da sentido a nuestra vida y nos hacen mejor cada día; ellas y ellos, son bendición y regalo de Dios…

Hay días para dedicarnos a la reparación de aquello que tuve y se rompió… Algún sueño, que quizás de tanto intentarlo y sin realizarlo, se agotó; un sentimiento que por ser tan humano, se rompió; hoy quizás es el día en que urge reparar ese corazón que con algún gesto que dimos o recibimos, se quebrantó… Hoy debemos reparar esa hoja que de tanto borrarla, se rasgó… Hoy tal vez es el día para examinar que hay dentro destruido, algún rincón o habitación, un recuerdo o una ilusión… Hoy se nos da la oportunidad de ponernos a trabajar en reparar, para que todo vuelva a marchar bien y sienta en el alma la Paz…

Hay días en que podemos aprovechar el tiempo en recuperar lo que habíamos perdido, la confianza, la esperanza, la fe, la amistad que por equivocarnos o quizás porque nos fallaron, en el camino la extraviamos… a veces estamos tan cerca de lograrlo y otras quizás aunque lo veamos lejanos, es posible si lo intentamos… Es cierto que no podemos quedarnos aferrados al pasado, pero tampoco conformarnos con sentirnos derrotados y dejar que se nos escape de las manos, sentimientos, personas y cosas que son tan valiosos y necesarios…

Hay días para buscar lo que tanto anhelamos encontrar, mirar en la distancia o tal vez ahí cerca donde estamos, muchas veces eso que anhelamos hallar, está a una palabra o una oportunidad que nos demos de permitirnos experimentar lo que la vida nos quiere dar… 

Hay días para soñar, con la mirada en el cielo y los pies en la tierra; hay días en que debemos trabajar con intensidad por realizar lo que nos proponemos; hay días en que debemos darnos permiso de llorar para liberarnos y sanar, hay días en que urge pedirle mucho a Dios que nos regale su amor reparador; hay días para reir y hacer a otros feliz; hay días en que urge hacer silencio interior para poder escuchar el diálogo interior entre nuestra mente y corazón… 

Hay días de días, hay días en que no queremos hacer nada... Hay días confusos y oscuros, días calmados y de luz... Hay cada día para cada cosa, hay en cada mañana que se nos regala una nueva oportunidad; hay días para recargar nuestras fuerzas físicas y espirituales, hay días en que la tarea es batallar contra nuestros miedos y fantasmas y todo aquello que nos quiera derrotar… 

Hoy es uno de esos días en que quiero hacer de todo un poco, y al final descansar; porque en todos los días que se nos ofrecen para vivir, debemos elegir también un día para ver que es bueno todo lo que hemos hecho y ponerlo en las manos del Dios amor… y aprovechar la noche que llega, para recuperar nuestras fuerzas y esperar mañana, el nuevo día que se nos dará… 

Y así aunque cada día aunque parece ser igual, es diferente, es un don que se nos ofrece, para que disfrutemos de todo lo que Dios nos regala… Y si en todo lo que anhelamos hacer y ser, sentimos que el día no nos alcanza, demos gracias y en oración, pidamos otro día más…