Siempre hay que ver todo desde cualquier situación...

Autora: Kary Rojas

 

 

Siempre es justo y necesario mirar todo desde diferentes distancias y lados: de cerca o de lejos, desde arriba o desde abajo, al derecho y al revés, en tu lugar y en el de los demás... para poder así opinar, decidir o juzgar... porque nada es como a simple vista parece ser y todo varía de acuerdo a desde donde y hacia donde lo ves…

Muchas veces creemos ver de lejos, un corazón de piedra y señalamos su proceder; pero cuando nos acercamos demasiado y nos damos la oportunidad de conocer, vamos percibiendo como la piedra que veíamos, es el escudo que lo protegía, porque es un corazón muy grande y demasiado frágil que tiene miedo de volver a ser herido y perder. 

Y es así que en medio de la tormenta, todo parece ser casi que imposible de resolver, y lanzamos al mar nuestras esperanzas, nos llenan de miedo los fuertes vientos y sentimos que no hay nadie que nos pueda socorrer… ya cuando experimentamos la calma, aparecen los rostros que creímos se habían ido, tal vez siempre han estado cerca, pero el temor nos vendó los ojos, y nos creímos solos y hundidos… 

Y si algo escuchan los oídos, nuestros ojos llegan a juzgar como si así lo hubieran visto, y hasta lo repite nuestra lengua muy segura de que es tal y cómo lo decimos… hablamos desde nuestra posición, donde todo se ve realmente distinto, pero no sentimos lo que experimenta, aquella persona que debe asumir todo desde otro sitio… 

Al tropezar con una piedra luego de habernos esforzados en recorrer el camino, nos derrumbamos y sentimos perdidos; nos enojamos con Dios por lo difícil que todo parece ser, y nos empecinamos de seguir en lo mismo. Ya agotados y con deseos de desistir, elegimos otra ruta que a la final nos lleva a donde realmente necesitamos ir… Lo que fue visto como obstáculo, es realmente una pista para cambiar un poco el ritmo de nuestro paso… 

Puede pasar que se termina amando, al que en un principio se odió; tal vez lo que se rechaza en el otro, es lo que en el fondo nos hace falta a nosotros y se lo exigimos o rechazamos al Amor… así mismo sucede que se quiere a quien no nos quiere y a quien nos quiere lo ignoramos; es porque no vemos hacia otras dimensiones o simplemente todo lo limitamos… 

Y es que muchas veces vemos las cosas como queremos que sean, como pretendemos que sucedan o como suponemos que son, y cuando eso pasa, nos cuesta demasiado verlas como realmente han sido y las definimos como las sentimos sin colocarnos en otro lugar que nos ayude a ver realmente si así son o no son… Y es así como se confunden los sentimientos, se convierten en impulsos las acciones y se hacen nudo los pensamientos, a veces parece no ser nada, pero así es que suceden muchos malos entendidos, se cometen injusticias y quedan corazones heridos. 

Tal vez de lejos, vemos barreras y cuando nos acercamos más nos damos cuenta que son las que nosotros mismos pusimos al prevenirnos; y quizás nos negamos la oportunidad de descubrir y valorar a quienes siempre han estado y nos quejamos por lo que buscamos en otro lado y no obtuvimos… Y pasa que juzgamos y condenamos desde la distancia, por los actos, sin ver lo que se ha sentido y vivido… Por eso no podemos limitarnos a ver desde donde estamos, hay que ponerse siempre en el lugar de Dios y en el de los demás… Así nos será más fácil entender, sintonizar el sentir con el pensar, para saber realmente actuar…