Se acostumbra y se aprende...

Autora: Kary Rojas

 

 

En la vida, uno se acostumbra y no aprende, tal vez aprende pero no se acostumbra, quizás de acostumbrarse, aprende o en el aprendizaje se acostumbra… 

Nos podemos acostumbrar a las personas que tenemos a nuestro lado, sabemos que ahí siempre están, pero no siempre aprendemos a valorarlas y tratarlas como se merecen, ante todo lo que nos dan. 
Aprendemos a vivir, sin aquellos que se han ido, pero no podemos acostumbrarnos a su ausencia, porque dentro del alma, nos queda un enorme vacío, que se renueva cuando pensamos en lo que alguna vez tuvimos… 
Tal vez de acostumbrarnos a alguien que camina a nuestro lado, llegamos a aprender a quererla, sin haberlo planeado; poco a poco, la perseverancia logra que se gane en nuestro corazón un lugar muy privilegiado… 

Nos podemos acostumbrar a estar caídos y no aprendemos a levantarnos; o quizás de acostumbrarnos a caer en cada intento, aprendemos a seguir una y otra vez intentándolo..
Aprenderemos a fallar y perder de vez en cuando, sin acostumbrarnos a eso ni sentirnos derrotados… 
Tal vez en el acostumbrarnos a tropezar y caer, podremos aprender a caminar con más firmeza, y elegir otros caminos más acertados…

Nos podemos acostumbrar a lo que sentimos, sin aprender a manejarlo… o quizás aprendemos a controlar nuestros sentimientos, sin dejar que se conviertan en costumbre y lleguemos a rutinizarlo…
Nos acostumbramos a tenerlo todo fácilmente, pero no aprendemos a valorarlo; nos acostumbramos a pronunciar palabras tan seguidamente, que nos cuesta aprender a sentirlas realmente cuando las expresamos… 
Nos acostumbramos a todo lo que perciben nuestros sentidos, pero nos cuesta aprender a realmente contemplarlo y disfrutarlo…

Por costumbre muchas veces rezamos, porque así nos lo inculcaron, con el tiempo, eso que empezó como solo principios, llega a enseñarnos lo mucho que se hace vital y necesario… Nos acostumbramos a hacer y elegir lo mismo, porque sabemos a donde va a llevarnos, es necesario aprender a elegir otras caminos, para explorar otros horizontes y no sentir que en círculo caminamos… 

Podemos acostumbrarnos a tratar de la misma forma a algunas personas y quizás por costumbre hasta muy mal les hablamos… lo triste es que creyendo que es normal hacerlo así, porque así nos acostumbraron, no aprendemos a hablarles de otra manera y ya de costumbre las maltratamos… Es mejor acostumbrarse a ser respetuosos, atentos y delicados, así aprenderemos a tratar a todos, como queremos ser tratados… 

El acostumbrarse es un estado conforme y estático que muchas veces no deja que aprendamos a usar realmente nuestra creatividad y nuestros sentidos, solo cuando por diferentes circunstancias nos toque desacomodarnos, es que encontramos una lección de vida en todo lo que asumimos…
Pero muchas veces lo que alguna vez fue costumbre, puede llegar a hacerse necesario, porque se aprende a descubrir lo que ha surgido, mientras con el tiempo nos acostumbramos, es ahí donde aprendemos a percibirlo y nos damos permiso de vivirlo y así aceptarlo …

No dejemos que la vida se nos convierta en costumbre, luchemos más que acostumbrarnos a vivir, a aprender a vivirla intensamente…