A veces habla...

Autora: Kary Rojas

 

 

Aunque tenemos una sola boca por la que sale una voz, los seres humanos poseemos muchas voces, que expresan el sentir de cada pensamiento y emoción; ellas piden y se toman la palabra, venciendo aquella que tiene más fuerza y se hace oír por encima de todas, porque es la voz que expresa el sentir que nos domina en ese instante de nuestra vida. 

A veces hablan nuestros miedos, cuando se hacen fuertes y gritan por dentro; sus frases expresan inseguridad y se bloquean ante la posibilidad de hacer el intento… Quiénes escuchan, se dan cuenta de lo que estamos sintiendo, pero debemos hacernos los sordos y escuchar otras voces que opaquen el ruido que producen con lo que nos están diciendo, para no temer más y no renunciar a las oportunidades que tenemos..

A veces habla por nosotros la herida, y sus palabras expresan dolor y resentimiento; suenan a la defensiva, se cierran ante cualquier posibilidad de ofrecer o pedir perdón; quienes oye su voz, pueden sentirse agredidos o pensar que nos domina el rencor; cuando el corazón se siente defraudado, pronuncia frases que pueda causar el mismo efecto de lo que experimenta en ese momento…

A veces hablan nuestros vacios, expresando aquello que ansía nuestro corazón, su tono suena a melancolía y suelen tener un grado de ansiedad en lo que con tanto esmero busca, para colmar la necesidad, expresión de humanidad… quienes perciben esta voz, se dan cuenta que hay cosas que nuestro interior anhela y necesita, porque quizás en su momento no tuvo o no lo vivió… 

A veces hablan nuestros sueños y parece como si viviéramos en un mundo fantástico y nuevo, que quien nos escucha nos dice, debes ser más realista y poner los pies en el suelo, como si soñar y creer en que las cosas buenas pueden suceder, sea una fantasía y no una realidad… Me gusta escuchar la voz que me recuerda una y otra vez lo que anhelo alcanzar, porque se convierta en una fuerza que me impulsa a luchar y llegar…

A veces habla nuestra alegría con un tono de efusividad, escucharla le pone color a la vida y hasta se contagia alguna carcajada o sonrisa, por la fuerza que tiene la emoción de sentirnos felices con aquello que lo causó… A veces habla nuestra tristeza, y así como la alegría, ambas son voces del corazón; cuando algo nos pone tristes y habla nuestro dolor, su voz se escucha y resuena en nuestro interior…

A veces habla la soledad y de acuerdo como se sienta, así mismo se expresa y nos hace sentir; en ocasiones puede ser buena consejera y es sano escucharla cuando nos ofrece respuestas que nos pueden ayudar; pero hay momentos en que pretende robarse nuestras fuerzas o decirle al mundo que solo ella es nuestra compañera y no hay nadie más…

A veces habla la rebeldía con espíritu de contradicción, a veces hablan nuestros pensamientos o sentimientos; a veces habla la prudencia y la desconfianza y prefieren mejor no decir casi nada; a veces hablan las voces que queremos acallar por dentro, a veces no logran ponerse de acuerdo, se contradicen, pretenden hablar todas al tiempo y nos confunden porque es muy complicado decidir quien realmente debe hablar y a quien debemos escuchar… 

A veces la gente no logra conocernos ni comprendernos porque se aferra a la voz que escucha en ese momento y no se da cuenta que en ocasiones eso no es más que una mínima parte ante lo que verdaderamente puede definirnos … Las emociones no siempre expresan lo que somos, son solo una expresión de lo que sentimos de acuerdo al instante en que estamos; pero para poder entender, hay que hacer una fusión de todo y percibir más allá de los sentidos…