Hay mucho por hacer todavía

Autora: Kary Rojas

 

 

Todos tenemos momentos en la vida en qué nos preguntamos: ¿Cuál es mi misión? ¿Por qué o para qué existo? … A veces nos sentimos estancados, frustrados, cansados, confundidos, y llegamos a pensar que no hay más nada que hacer y que lo mejor es que Dios nos venga pronto a recoger... 

Cuando pasemos por esos tiempos, es necesario mirar alrededor, nos daremos cuenta que aunque al parecer todo en nuestra vida es desierto, hay mucho aún por realizar, hacen falta manos que quieran seguir trabajando en esta tierra sin renunciar...
Existen campos vacíos para sembrar, semillas de amor que no se han cultivado, hay corazones que sienten que aún no los han domesticado, así como hay muchos sueños de paz que aún no se han hecho realidad. 

Hay lágrimas en los rostros por todos lados, muchas pasan desapercibidas, nadie las ha enjugado. 
Hay corazones heridos desconsolados, almas solitarias que anhelan encontrar una persona amiga que les tienda la mano; hombres y mujeres olvidados, por los que nadie nunca ha orado, muchos de ellos pasan desapercibidos y están a nuestra lado... 

Cada día son más los niños abandonados, maltratados y abusados; así como los hogares destruidos y los árboles talados; hay enfermos en los hospitales a los cuales no han visitado, abuelos invisibles ya desechados, hambres que no se han saciado, sed de amor que aún no se ha calmado.
Hay personas que buscan unos oídos para ser escuchados, muchos más, necesitan un consejo y no se lo han dado; también quedan demasiados conflictos que no se han solucionado. 

Muchos dirán: ¡No soy Dios, no puedo cambiar o mejorar esta situación que del mundo se ha apoderado!... pero aunque quizás parezca que lo que hacemos no se vea, con una lagrima que enjuguemos, ya hay una persona menos que sigue llorando; una semilla que cultivemos, será un arbolito más que han plantado, un abrazo que 
brindemos, será alguien más que se siente amado; y de uno en uno, si vamos aportando, estaremos renovando el mundo que el Amigazo a nuestras manos ha confiado. 

Existe una frase muy sabia que la gran Mafalda alguna vez pronunció: "Sino cambiamos pronto el mundo, el mundo nos cambiará a nosotros"... no permitamos que esto nos pase, no seamos uno más al que los sueños le han matado; hay mucho por hacer y se necesitan almas de fe, que no se rinden y lo dan todo para lograr dibujar 
sonrisas, sembrar paz, cultivar el amor, sanar el corazón, iluminar las miradas, borrar cualquier opresión y lograr así construir un mundo mejor.