No solo hay monstruos, también existen los Ángeles

Autora: Kary Rojas

 

 

A lo largo de la vida, mientras luchamos por vencer esos monstruos que aparecen y desaparecen, se despiertan y se duermen, se convierten en un segundo en enemigos o amigos, nos atan o nos seducen para que nos aferremos a ellos. Sorteamos cada día diferentes batallas campales, entre nuestra razón y corazón, entre el pasado, presente y futuro; lo real e irreal, sin saber muchas veces cuando hemos vencido o fracasado, porque así como un día podemos sentirnos con fuerza, otro día posiblemente nos sentimos derrotados, o si hoy reímos, mañana quizás lloramos… 

En cada uno de los capítulos de la vida que vamos escribiendo con tan solo vivir, aparecen también ángeles que nos toman de la mano para ayudarnos a vencer nuestros monstruos, cada uno de ellos cumple en su tiempo una misión especial, todos tienen su momento, dejan en nosotros su huella, reparar nuestro vida, la llenan de luz, la renuevan y luego vuelven a volar. 

Acaso no has pensado nunca en ellos? Has hecho memoria de los ángeles que has conocido y que han querido darte lo mejor de si mismos, para que sientas que puedes ser feliz y que has vencido?... un ángel es ese ser que te hizo sonreír, te devolvió lo que creías perdido, reparó lo que había roto en ti, o te supo escuchar; esa otra persona que te dio una palabra oportuna, puso luz en tu camino, o aquel que quizás ahuyento de tu lado la soledad… Ese que te inspiró, te iluminó en algo, te hizo sentir cosas lindas, o aquella persona que te ofreció su corazón para que pudieras confiar y reposar; esa personita que estuvo siempre ahí cuando los demás se fueron, esa que adivinó lo que necesitabas aún sin que tuvieras que 
pedirlo, esa nunca te juzgó ni condenó por lo que vio o escuchó, simplemente te aconsejó, te respetó, te enseñó a descubrir, contemplar, disfrutar y valorar… esas personitas que muchas veces han pasado desapercibidas, son muchos de los angelitos que el Amigazo nos ha sabido regalar. 

Existen ángeles que nos fabrican sueños y nos enseñan a como poderlos realizar, otros que nos contagian de ese algo que tienen de especial… algunos quizás solo aparecen por un instante, hacen su obra y se van; otros duran más tiempo, sin que nos demos cuenta de lo que aportan, porque saben que en silencio, lo que se da, vale más… están aquellos que nos bendijeron, hicieron algo por nosotros, y no nos dimos cuenta; solo sabemos que por alguna razón extraña, nuestro corazón en determinado momento sintió paz. Hay ángeles que quisiéramos tener toda la vida, pero muchos de ellos solo pasan, cumplen su misión, escriben su renglón en nuestra historia y siguen por el mundo, dando testimonio de que existe un Dios que es amor y nunca nos ha de abandonar. Esos ángeles vienen vestidos de Maestros, amigos, de algún familiar o de personas de las cuales olvidamos su rostro, no sabemos ni siquiera como se llaman, no tienen ninguna otra relación más que la de hacernos sentir en un instante que el Amigazo existe, nos ama y de mil formas nos lo quiere expresar. 

Con esos ángeles, los monstruos que nos persiguen son más fáciles de dominar; porque entre dos la cruz es menos pesada, las cosas se ven diferente, la fuerza es mayor y logramos así ganarle la batalla a cualquier situación que nos toque enfrentar… Lo que no sabemos es que nosotros también podemos ser ángeles y se nos ha encomendado una 
misión especial… es hora de descubrirla y hacerla realidad.