Dios trabaja con lo pequeño para hacerlo grande

Autora: Kary Rojas

 

 

Dios trabaja con lo pequeño para hacer lo grande, transforma una semillita en un inmenso árbol; une millones de gotas para crear la grandeza del mar, ilumina la noche más oscura, con una estrella, embellece el jardín con una flor... 
Crea al hombre con un soplo de su amor, Y toma una costilla de él, para crear a la mujer; Transforma una lágrima en sanación, Y le da poder a una sonrisa, para iluminar un corazón...
Escogió para la Madre de su Hijo, a la mujer más sencilla y pequeña; mientras que las poderosas esperaban ser elegidas porque se creían las más bellas...


Buscamos lo grande, lo que a simple vista ha de ser bello, quizás porque no tenemos imaginación, o no sabemos ver la vida con los ojos de Dios.
Y mientras intentamos apoderarnos de lo que aparentemente tiene más valor, llenamos de vacío nuestra alma, nos sentimos inconformes, hasta las ganas de vivir pierden su color...

Se logran alcanzar cosas grandes, a través de las pequeñas que podemos hacer, pero nos sentimos frustrados y nos lamentamos a cada instante por lo poco que no tenemos, en vez de agradecer y bendecir por todo lo bello que poseemos... 
Se aprende a valorar lo que se tiene, después de que se ha perdido; vivimos abrazados a lo que queremos aparentar, sintiéndonos cada vez más vacíos, porque se nos escapa de las manos lo que es realmente esencial...
Se rechazan personas por condicionamientos de la sociedad; creemos que el esplendor del ser humano está en lo que tiene y en la belleza material; no sabemos ver lo que es realmente bello; la grandeza que se esconde en lo más sencillo pequeño.

Dudamos de la existencia de Dios, cuando no tenemos lo que queremos; 
perdemos la fe en la oración, cuando no tiene el efecto que esperamos pueda satisfacernos. 
Nos cuesta descubrir que la inmensidad de Dios, se refugia en las cosas más pequeñas, en aquellas que pasando por su lado no vemos, o que teniéndolas no nos damos cuenta del tesoro que en ella poseemos...

Sabe Dios hacer de nosotros un vaso nuevo, cuando en mil pedazos nos rompemos; y logra darle a nuestra vida sentido, cuando la ilusión hemos perdido... porque solo Él puede hacer cosas realmente grandes aún de aquello que no aceptamos ni entendemos. El dolor del que renegamos, las pequeñas cosas que ignoramos, las personas que rechazamos, los dones y talentos que no vemos; la belleza que a simple vista no percibimos; Solo Dios sabe transformarla en bendiciones y esconde en ella un toque de su perfección... 
Ten presente algo: se pueden alcanzar los sueños más grandes, realizando los más pequeños... desde abajo se ve más la grandeza del cielo...