Llenarse y derramarse

Autor: Kary Rojas

 

 

De lo que se llene un vaso, de eso se derrama... si lo llenas de agua, riega a su paso, el precioso líquido de la vida... así es nuestro corazón, un recipiente que necesita ser llenado para poder vaciarse, o por el contrario, verse vacío, para querer llenarse de lo que en realidad vale la pena saciarse, para luego poder 
desparramarse... 

Un corazón repleto de amor, derrama amor... un corazón lleno de dolor, riega a su paso lágrimas y tristezas reflejo de su amargura... 

Un corazón vacío, necesita recibir, saciarse, para así poder darse... la vaciedad del alma, es un llamado a buscar el amor de Dios y llenarse de El, para calmar cualquier ansiedad que se pueda sentir; Pero, al no saber de que alimentarse y quedarse vacíos o saturarse de cosas, pensamientos, situaciones sin sentido; no se calmará la angustia que sentimos, seremos seres errantes que no han encontrado de la vida el verdadero sentido, sin nada que ofrecer y ni siquiera 
saber que es lo que realmente se ha de querer...

A diario se nos presentan cosas, caminos, imágenes, sensaciones, pensamientos y reflexiones para llenarnos; cuanto más nos alimentamos de ellos, más nos sentimos vacíos; es lo que experimentan quienes creen que en lo material, el poder y el placer está el secreto para sentirse plenos... 

Hay momentos en que se hace necesario vaciarse, de tantas cosas, pensamientos, condicionamientos, y experimentar así la sensación de desierto y vacío; aún buscar la compañía de la soledad, y el abrazo del silencio, para poder llenarse de aquello que nos dará fuerzas, paz y nos mostrará el verdadero camino... Solo así podremos desparramar a nuestro paso los más bellos sentimientos, y saldrán de nuestra boca palabras que contagien la esperanza, a pesar lo que se haya vivido... 

¿De qué estamos llenos? ¿Qué es lo que derramos a lo largo del camino?... o acaso somos seres vacíos?.... ¿Qué buscamos?... ¿Qué necesitamos?... ¿Qué nos ofrece el mundo y la sociedad para saciarnos?... ¿Por qué a veces, aunque estemos llenos y pensemos que todo lo tenemos, más nos sentimos vacíos y no encontramos de nuestra vida el sentido?... 

Llenarse y vaciarse... hace parte del vivir, porque nuestro corazón es un vaso, que en ese proceso, suele romperse, tener grietas; porque somos frágiles como el barro, y Dios es nuestro Alfarero, el único que puede rompernos y hacer de nosotros un vaso nuevo, para llenarlo de El, y poder así derramar del Agua de la Vida, esa que calma toda clase de hambre y de sed...