Tu eliges...

Autor: Kary Rojas

 

 

Tu eliges, lamentarte por lo ocurrido o seguir adelante y no ser nunca de aquellos que en la dificultad, antes de enfrentarla se sienten vencidos...
Tu eliges, quedarte paralizado en la oscuridad, dejar que el tiempo pase y simplemente esperar mientras la falta de fe, no te deje ver la claridad; o abrir bien los ojos, buscar y descubrir las ventajas y las puertas abiertas que a simple vista no se ven, pero que pueden llegar a ser una gran oportunidad de encontrar el camino, continuar, llegar. 

Tu eliges, enfrentar y vencer el problema, aunque tengas que cortar de raíz lo que tanto significó para ti, o aferrarte a él, porque sientes que no puedes liberarte, estas atado a su apariencia o a lo que creías que podía quizás aportarte... 
Tu eliges, ver en los pedazos de tu corazón fracaso y decepción; o la oportunidad de empezar de nuevo, reconstruir tu vida y hacer de ella un hermoso jarrón... 
Tu eliges, lamentarte toda la vida por lo que ya no tiene solución; o simplemente seguir adelante y no estancarte con aquello que simplemente no fue como querías o se acabó...

Tu eliges, reprimir tus lagrimas y risas, para evitar que hablen de ti; o simplemente sentirte libre de ser tu mismo y expresar en cualquier momento tu pensar y sentir, teniendo muy presente no hacer a otros lo que no quisieras que te hicieran a ti...
Tu eliges, llenarte de resentimiento, no volver a confiar ante una traición; o perdonar, sanar tu corazón y darte la oportunidad de vivir y encontrar en algún lugar el verdadero amor... 

Tu eliges, levantarte cada mañana, y ver el día que Dios te regala, como otra oportunidad para realizar tus sueños y ser feliz; o lamentar la rutina diaria, no querer abrir tus ojos, y simplemente evitar vivir, queriendo dormir...
Tu eliges, mirarte en un espejo y buscar tus pequeños y grandes defectos para quejarte de tu condición; o aprender a verte como un sueño de Dios, la obra más grande y perfecta de su creación...

Tu eliges, hacer cuenta y listado de todo lo que careces y de lo que has perdido; o tener siempre presente que es mucho más lo grande y bello que posees, así como los dones tan grandes que del Dios amor has recibido...
Tu eliges, amar y valorar en vida a tus seres queridos; o ignorarlos y luego añorar el tiempo que perdiste y que ya no volverá, porque se han ido...

Tu eliges, decir que en nada ni en nadie crees, porque eres autosuficiente con el universo y contigo mismo; o dejarte amar y experimentar la gracia y la paz eterna que el alma siente, cuando nos reconocemos hijos de un Dios Amor, que le da sentido a nuestra vida, y solo nos pide que nos dejemos amar por El, que nos ha redimido...

Tu eliges, los pasos que das, lo que haces o dejas de hacer, aquello que dices o has de callar; lo que quieres ver, pensar, sentir y recordar... nadie te obliga a hacerlo, Dios al crearte te dio la libertad; tienes la última palabra... ¡Tu eliges!...