Un minuto con Dios

Autor: Luis Céspedes Soto  

 

 

Señor, de nuevo queremos estar contigo, en estos pequeños y gratos momentos, en los que compartimos contigo, inquietudes, necesidades, deseos, amor, paz, tantas maravillas Señor que podemos permear a través de unos momentos a solas contigo, con la ayuda de todos nuestros hermanos (as) de oración, pues 
entre todos hacemos la fuerza, entre todos hacemos la unión, entre todos invocamos Tu Santo Nombre y sabemos que te haces presente, en estos mismos momentos, mientras yo leo, otros hermanos (as) que también hacen lo mismo, reciben de Ti, la unción, el amor y el consejo que tienes para cada uno por igual
pero diferente, porque las necesidades mías no son las necesidades de nuestros hermanos (as).
Gracias Señor, porque sabemos que Tu estas esperando este momento, Tu ansías comunicarte con todos y cada uno de nosotros, Tu deseas hacerte notar por tantos medios y que podemos decirte Señor, gracias por ser tan paciente y comprensivo con nosotros que hacemos trabas y ponemos obstaculos en cada situación que quiera acercarnos a Ti.
Queremos Señor en estos momentos doblegar nuestro espíritu y dejarnos guíar, queremos abrir nuestro corazón nuestras mentes y nuestro entendimiento para que Tu transites por cada rincón de nuestro ser, queremos dejarnos acariciar por tu pensamiento, por tu bondad, por tu ternura, queremos Señor cerrar los ojos y recorrer caminos inimaginarios que nos lleven hasta las profundidades del tiempo, en donde esperas a todos nosotros con una sonrisa y un amor inmenso, haces Señor que podamos sentir la frescura de los montes y praderas, el olor a tierra 
santa que cruje a nuestro paso, porque sabe que eres Tu, quién camina sobre ella, escuchamos Señor el bajar del agua por la montaña y vemos el arroyo que con ternura abre su vientre para recibir el agua cristalina que no es mas que tu misma sangre que viene a bañarlo todo para sanar y curar las heridas del pasado, los golpes de hoy y los quebrantos del mañana, porque Tu Señor, siempre estas con todos nosotros, porque Tu Señor eres el ayer, el hoy y el mañana, eres la eternidad.

Gracias Señor, gracias.