Un minuto con Dios

Autor: Luis Céspedes Soto 

 

 

Señor Jesús, el apoyo que recibimos de ti es inmensamente grande, tu nunca nos abandonaras a pesar de que nos apartemos de tus caminos, aunque andemos por valles de silencio y dolor, Tu siempre esperas a que escuchemos tu voz, que como ovejas responden a la voz del pastor.
Solo tenemos Señor que decidirnos a colocar todo en tus divinas manos y dejar que se haga Tu voluntad, solo tenemos que tener confianza y seguridad y todo se ira dando de acuerdo a tus proyectos y no a lo que siempre esperamos, que sea a los nuestros.
Enséñanos Señor a ser dóciles para seguir mansamente tus pasos, pues sabemos que ellos llevan un fin determinado y que es lo mejor para nosotros, aunque mientras transitamos por este mundo sin darnos cuenta, hasta que un día, se nos abren los ojos, por la contrariedad o por la inseguridad adquiridas de algún acontecimiento que nos recuerda que somos polvo y hacia el manos caminando y un día, convertido en eso nuestro cuerpo caerá para dar paso a lo que en realidad está encerrado en nosotros y que será lo que cuenta, nuestra alma.
Señor Jesús ayúdanos a comprender lo pequeños que somos y que dadnos la humildad para caminar haciendo el bien, perdonando, dando de nuestro tiempo a todos aquellos que lo necesiten, como tantas veces que tu Señor lo hiciste, no te daban tiempo para ti mismo, pues la humanidad constantemente demanda de ti, y sin embargo tu a riesgo de tu seguridad, te entregaste y fuiste al calvario por todos nosotros, enséñanos Señor a que con disposición caminemos ese mismo calvario que tu un día forjaste y que es la senda para alcanzar la gloria eterna para todos y cada uno de nosotros.
En nuestras manos esta nuestra salvación.
Amén.
Paz y bien.