Un minuto con Dios

Autor: Luis Céspedes Soto 

 

 

Nace un nuevo día, nacen nuevas fuerzas, nacen nuevas esperanzas y con todo esto debe nacer también nuestro deseo de buscar el camino que nos conduzca hacia Dios.
Así como nuestro instinto de supervivencia se despierta, cada vez que algo atenta contra nuestra vida, así debemos despertar los deseos de luchar por nuestra supervivencia espiritual, que al buen entendedor, es lo mejor, aunque caminemos como ignorando esta verdad.
Todos de una forma u otra, venimos aprobando situaciones para poder continuar en nuestra vida, social y mantenernos en un confort que digamos es bueno, pero que no podemos dejar desapercibido el riesgo que corremos de enfermar el espíritu de una manera que luego nos cueste poder restaurar.
En vela dice el Señor, en vela, tenemos que estar atentos y en custodia de nuestra salvación, no podemos andar por ahí, como si fuéramos salvos de porque si, hay que hacer méritos y hay que mantener nuestro espíritu en constante vigilia para poder pensar que al menos, nos acercamos un poco.
Estamos entrando en un tiempo muy especial, estamos en este tiempo en el que el Señor pasa y nos quiere dejar un corazón lleno de bondad y misericordia, noble y compasivo, navidad, tiempo en el que por lo general, hacemos fiesta nosotros, pero el festejado ?, muy largo, quizás no reflexionamos en El.
Hermanos (as), que estas navidades lleguen a nuestros hogares y encuentren paz, alegría, amor, perdón que estas navidades llenen nuestras casas de ese olor a leño ardiendo, a café caliente y tamales hechos en familia, que estas navidades lleguen a nuestros hogares y llenen cada rincón, con ese olor a ternura que solo en nuestros hogares podemos encontrar en realidad verdadero.
Que nuestras puertas se abran para recibir, nuestras manos para dar y nuestros corazones para desbordar el amor que Cristo puso un día en todos nosotros y que dijo id por todo el mundo y llevad la buena nueva.
Amén.
Paz y bien.