Un minuto con Dios

Autor: Luis Céspedes Soto 

 

 

Como agradecerte Señor por este día que levantandonos nomas y comenzamos a escuchar la naturaleza, dandote gloria y honor porque les regalas tantas maravillas, todo el universo se complace en ti y te da el honor y la gloria.
Gracias Señor por la creación que a todo lado que miremos vemos, la obra de tus manos, gracias Padre.
Tu nos amas y nos regalas lo mejor, tu nos amas y nos perdonas, una y otra vez te ofendemos y sin embargo, tu enojo no dura mas que un pestañear de ojos, cuando llegamos hasta ti con un corazón contricto y humillado.
Pero Jesús, si nos ponemos a pensar en esto un poco mas detenidamente, vemos que Tu eres mi hermano, que tu eres ese compañero que todos los días trabaja a mi lado, tu eres Señor, si tu eres todos y cada uno de los rostros con los que 
nos topamos cada día, y pensandolo bien Señor, cuantas veces sin tener ningun respeto para mi hermano (a), levanto la voz como si yo fuera el centro del universo, cuantas veces Señor he humillado a mi hermano (a) porque quisas abuso de mi autoridad aqui, en nuestros trabajos, alla en nuestros hogares con nuestros conyuges, con nuestros hijos.
Señor porque si tu eres la humildad, si tu eres el amor y la vida, si somos hechos a imagen y semejanza tuya, nos comportamos como si estuvieramos hechos a imagen y semejanza del diablo que siempre vive mintiendo, siempre vive llevando disgusto, el diablo que siempre anda buscando la manera de hacer trizas a esos hermanos (as) nuestros que son reflejos tuyo.
Que fácil Señor creernos que somos mas que los demás y que eso nos autoriza a despreciar, a manipular, a dejar con un corazón hecho trizas porque no fuimos lo suficientemente maduros ni lo suficientemente cristianos para ver que hay otras maneras para para arreglar una situación, me recuerdo Señor, cuando iban a apredear a la adultera, y tu jugando con la arena, como un niño no dabas mucha importancia a eso, hasta que con una paciencia que solo en ti se podría ver, levantaste la mirada, viste a los agresores y les dijiste, aquel que este libre de pecados que tire la primera piedra, que paso entonces Señor ?, que con humildad, con sencillez, con ese amor caracteristico en ti, terminaste con el problema, porque lógico, todos dieron la vuelta y se fueron.
Somos hechos a imagen y semejanza tuya Señor, oramos para que pongas en nosotros un corazón igual al tuyo, nos lo diste, pero lo hemos perdido.
Amén
Paz y bien.