Un minuto con Dios

Autor: Luis Céspedes Soto 

 

 

Al despuntar el alba, Señor Jesús, vislumbro todo un camino lleno de paz, la misma que Tu dices que nos regalas y que no es la misma paz que el mundo nos da, el recorrer este camino diariamente Señor implica sacrificio, esfuerzo y mucha perseverancia, porque ?, pues porque seguir tus huellas Señor nos llevan por un calvario que tu mismo ya pasaste, debe haber una renuncia total en nuestros corazones para que haya una buena acogida de tu Palabra y tus consejos, que buscan a toda costa, evitar que caigamos en las insinuaciones que aquel que por siempre te ha querido hacer daño Jesús, pone a nuestro paso como constantemente lo hizo contigo, pero igualmente con tu fuerza de espíritu tenemos que repeler, estos ataques que vienen en todo momento, sobre todo en los que menos fe tenemos.
Cuanta calamidad Señor hoy día, cuanto desorden y cuanta riña entre hermanos y amigos, cualquier pequeña cosa es usada como pretexto para generar violencia, para buscar el exilio de nuestro corazón hacia aquel a quien mas debemos amar, nuestras familias hoy día Señor lloran, el desamor y el ego marchan a la cabeza de un mundo que ambiciona todo sin querer dar nada, somos errantes en nuestros mismos hogares, ignorando el dolor del hermano y sin querer compartir nuestra penas como Tu Señor lo has querido.
Niños con hambre, niños abandonados, niños que aun sin tener una razón para tomar una decisión se les pregunta, y tu con quien quieres irte, con tu madre o con tu padre, cuanta ignorancia y cuanto descrédito humano para los que somos llamados a evangelizar dentro de nuestras pequeñas iglesias, el calor desapareció, el frío y el desinterés reinan hoy día en todo lugar, somos islas dentro de un mismo mar, que llora arrepentido porque ha perdido los valores que antes hacían familias diferentes.
Una sombra de dolor viaja por todo el mundo, merodeando, atisbando como el ladrón que busca el mejor momento para comete su fechoría, así estamos descubiertos nosotros mismos, porque no tenemos tiempo para demostrar que aun somos humanos y que tomamos nuestras responsabilidades otorgados por el mismo Dios dentro de nuestras familias, no hay preocupación por el crecimiento espiritual de nosotros ni de nuestros hijos, vivimos en un corre, corre que no se detiene a pensar en cosas que no se vean, como el espíritu, lo importante es el libre albedrío, Señor hoy clamamos por tus familias, por tus pequeñas comunidades, nuestros hogares en los cuales depositaste tanta confianza para que pudiéramos terminar tu obra, perdón Señor si hasta hoy no hemos sido lo suficientemente leales contigo para conseguirlo, o al menos por tratarlo y te pedimos nos regales la gracia para poder llevar a feliz termino nuestra misión en este mundo.
Amen 
Paz y bien.