Un minuto con Dios

Señor hoy pones en nuestras mentes, un cuestionamiento...

Autor: Luis Céspedes Soto

 

 

Señor hoy pones en nuestras mentes, un cuestionamiento que sinceramente deja al descubierto una parte de nosotros, que aunque sabemos esta ahí, y que no es lo mejor lo dejamos, haciendo caso omiso, que sigan las cosas iguales, al fin y al cabo, pues no estoy siendo sometido a juicio, bueno al menos eso creemos, no miramos que este es un libro que escribimos poco a poco, paso a paso y sin darnos cuenta, hum, se termino este rollo, ahora estamos frente a nuestras verdades, que no precisamente son expuestas por nosotros mismos, sino que El Todopoderoso, pasa frente a nosotros una película, en la cual fuimos protagonistas, no, fuimos los actores principales y...........
Que nos cuestionas hoy, querido Jesús, aja, si en que de por siempre, de por vida, tu te fijas diariamente en nosotros, a cada minuto, no pasa un segundo sin que tu estés a nuestro lado, y saques tu tiempo para contemplar cada creación tuya, porque eso somos, creaciones tuyas que, pero ?, a pesar de que tus miradas son constantes, casi ninguna se cruza con la tuya, porque nuestra mentalidad esta ida, anda divagando, esta perdida en el horizonte de la indiferencia, si, pasamos cerca, muy junto a ti, pero solo porque eres Tu, quien se pone a nuestro paso, pero igualmente no te vemos, no te sentimos, no te damos tu lugar, porque Señor, porque constantemente nos hablas a través de toda tu creación, y por respuesta obtienes un no tengo tiempo, un tengo mucho que hacer, mañana después de tal o cual cosa, voy a encontrarme contigo mi Dios, si, esto cuando nos acordamos, porque la mayoría de las veces, ni eso, egocentrismo, individualidad, el centro de nuestras vidas, creemos ser nosotros mismos y por eso, que dando tumbo tras tumbo, van avanzando los días, vamos caminando sin sentido, luchando sin razón y esforzándonos en lo inútil.
Cuantas vidas desperdiciadas, cuantos momentos fracasados, por nuestra ceguera espiritual, cuanto dolor y cuanta zozobra, porque vamos tomando nuestras cosas a lo mío, sin ponerlas en tus manos y sin darte el honor y la alabanza a ti, que constantemente te acercas a nosotros, para frágilmente como con temor, tocar nuestro hombre y decir, oye, acá estoy, vengo siguiendo tus pasos, puedes contar conmigo, pero el grito se oye, el carro que frena, el vendo, vendo que aturde, el calor del día que atonta, el furor del problema, la cuenta vacía, el corazón herido, la vista que no ve, los sentidos dormidos, el pecado domina, que ingratitud, el mundo se pierde y El Señor en la esquina, tocando las vidas de los de aquí y de los de allá, como cuanto dio la suya, que cuando se acuerda, ve que estuvo triste, pero que ahora lo esta mas.
Tu que te encuentras triste porque tu corazón herido esta, pues tienes un pariente en la fase terminal, o no tienes dinero, para alimentar tu hogar, quizás esa dolencia, no te deja caminar en paz, tiene el corazón herido por un amor sentimental, o te han violentado y sangra tu integridad, te sientes cansado de tanto llorar, solo mira al cielo, levanta tus manos formando un altar, que tu garganta, grite aleluya, y tu alabanza se deje escuchar, porque si somos del cielo, a el vamos a regresar y no importa las dolencias, ni tolo que tengamos que en la tierra pasar, porque todo pasa, aunque así no lo quieras mirar, entregarle todo a Cristo y veras que todo tenia un propósito y ahora lo puedes apreciar, porque tu corazón, ya no sangra, porque has podido la gloria tocar.
Amen.
Paz y bien.