Dificultades en el camino

Autor: Padre Lucio del Burgo OCD

 

 

          No te canses en el camino de la oración. Siempre hay que caminar hacia delante, incluso en los momentos de oscuridad y desconcierto.

 

          El mayor obstáculo es la falta de fe, el perder la confianza en un Dios que nos busca y hace todo lo posible para hacerse encontradizo con nosotros.

 

          Hay que aprender el lenguaje de las distracciones. Ellas son el pan cotidiano de la oración. Todos los grandes orantes han saboreado la amargura de esta experiencia.

 

          Lo importante es tu deseo de orar. No olvides que intentar orar es orar. A veces el tiempo de oración transcurre en este intento. No te desanimes, tu oración es valiosa a pesar de tus idas y venidas. Bastar estar ante su Presencia.

 

          Una gran tentación es creer que perdemos el tiempo porque no vemos los frutos. Gastamos nuestro tiempo con aquello que nos interesa. Perder el tiempo con Dios es una gran ganancia.

 

          Muchas personas tienen el deseo de orar pero afirman que se encuentran muy ocupadas. El trabajo agotador, el cuidado de los hijos, el compromiso apostólico...Todo esto es muy valioso. Hay que buscar un tiempo para Dios. Tenemos que revisar nuestros horarios y sobre todo pedir al Señor que nos dé la sabiduría para encontrar este tesoro escondido que es la oración.

 

          Muchos orantes afirman que su tiempo se ha multiplicado después que tomaron la decisión de dedicar un tiempo concreto a la oración.

 

          Recuerda, el secreto de la oración es perseverar, estar, esperar. Acoge el Amor que Dios te ofrece sin condiciones. Esta es la realidad más fundamental de la vida. Cuando los sueños se desvanecen, la oración nos da la capacidad de ver nuevos horizontes.

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