Ávila de Santa Teresa

Autor: Padre Lucio del Burgo OCD

 

 

El 18 de septiembre a las 2 de la tarde llegamos a Ávila. Gracias a Ángel Maroto, sacerdote de nuestro pueblo que tuvo la delicadeza de acompañarme y con el coche me facilitó el cambio a esta gran ciudad.

 

Me pareció necesario cambiar el título de mis artículos. Antes, cuando vivía en Estados Unidos, creía que “Desde la otra orilla” podía ser sugestivo. Desde el otro lado del Océano mandaba noticias, comentarios y experiencias religiosas de una Iglesia nueva, joven y compuesta principalmente de emigrantes.

 

Ahora como escribo desde Ávila, algunos me han sugerido que el título sería “Desde las murallas”. Y tienen razón. Desde el convento puedo ver las murallas. Desde las ventanas podemos ver el ir y venir de la gente que quiere visitar Ávila y tener contacto con Santa Teresa. Es más, desde la puerta de las murallas se puede otear la impresionante vista del Valle de Amblés. En este momento están reparando las murallas. No exagero si digo que cada día están más bellas e impresionantes, sobre todo por la noche cuando están iluminadas.

 

Una buena ocasión para estudiar a Santa Teresa. Ávila y Santa Teresa, Santa Teresa y Ávila, están unidas. Todos los días muchos grupos de turistas (¿peregrinos?) se acercan a nuestra casa para decir una plegaria a la Santa y escuchar algo de su doctrina. En la biblioteca conventual encontramos libros antiguos y nuevos para poder profundizar en el pensamiento teresiano. Estudiosos e investigadores llaman a nuestras puertas para que les echemos una mano en este sentido y para que les prestemos el servicio de meterse en el corazón de Teresa. No cabe la menor duda que las verdaderas reliquias de Santa Teresa son sus escritos y las comunidades de sus hijos e hijas que viven, dentro de la debilidad humana, su mensaje y siguen sus pasos. Para nosotros, los carmelitas, la Santa es una inspiración continua.

 

Desde mi habitación, siento sonar una campana desde la torre, mañana y tarde, para convocar a la oración. Son las campanas de nuestra iglesia y también de varios conventos que hay alrededor, las Siervas de María y las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. El casco antiguo de la ciudad es un lugar muy apacible y tranquilo. Tiene un ambiente claustral que impresiona a todos aquellos que no han entrado en la seducción del silencio.

 

En el Carmelo estamos dando los primeros pasos de preparación al V Centenario de Santa Teresa. Será el año 2015. Ávila es la cuna de Teresa y tendrá un protagonismo muy especial. Donde vivo, el convento está emplazado en lo que era la casa de don Alonso, padre de Teresa de Cepeda y Ahumada. El visitante puede entrar en la habitación donde nació esta gran mujer y primera doctora de la Iglesia, Teresa de Jesús. Estamos embelleciendo la casa y estamos construyendo una hospedería teresiana para acoger a los muchos peregrinos que se acercan y se acercarán a estos lugares durante estos años.

 

Los que somos lectores y admiradores de Santa Teresa nos alegramos que lleguen estos acontecimientos y damos gracias a Dios por vivir en esta encantadora ciudad. Se nos presenta una buena ocasión para leer de nuevo los escritos teresianos. Ahora tenemos la oportunidad de hablar y escribir sobre la Mística Carmelita. Es más la Orden del Carmen ha creado recientemente en Ávila la primera Universidad de la Mística que existe en el mundo. Sin duda, esta ciudad tiene muchas posibilidades. En estos últimos años ha experimentado unos cambios muy profundos. Hace unos días cuando entré casi ni la conocía.