Muerte espiritual

Autor: Manuela González Aguilera

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Fue tanta la muerte mía 
Que tuve que ahondar en mí,
Mar adentro,
En las entrañas mías.

Para ver
Si mis manos arrancaban
Lo que ya tenía.

Lo llevaba a mis labios
Sin saber 
Que allí había
Lo más grande e inexplicable.

Luego la vida sería.
Soltaste amarras, Señor,
En tu barca yo subía,
Mar adentro, más lejos todavía.

Te he confesado Amor,
Cuánto te quería,
Tú a mí más todavía,
He abandonado en Ti
Lo que Tú pedías.