El joven ante el voluntariado

Autor: Manuela González Aguilera

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Parábola del buen Samaritano 

Introducción:

El voluntariado social católico nace en el seno de la comunidad cristiana y hunde sus raíces en la experiencia del amor de Dios al hombre y, preferentemente, al más necesitado. La parábola del buen samaritano —Cristo acoge y hace suya la situación del hombre herido— es la manifestación del encuentro de Dios "rico en misericordia" con el hombre necesitado de apoyo para salir de su situación precaria y lograr su promoción integral.


Visión de la actualidad:

Para los cristianos:


El voluntariado tiene su raíz en la Palabra de Dios, es una invitación de Dios al hombre y mujer de hoy. En el servicio a los más necesitados y desfavorecidos de la Tierra. 

Hay muchos campos de acción dentro de la Iglesia para los voluntarios como las misiones, pastoral de salud, de enfermos, ancianos, niños, jóvenes, caritas…


Para reflexionar:

Principios, derechos y deberes

Ante todo, la justicia. A menudo se suele identificar el voluntariado con la solidaridad, pero sin embargo también es justicia. Puesto que hacer justicia es defender a las personas débiles, a las marginadas, a las que sufren, es, defender a las que no pueden defenderse por sí mismas. Justicia es también optar por los peor tratados por la vida y la sociedad.

El voluntariado es libre, responde a una motivación íntima de acuerdo a unos principios, convicciones éticas, morales, religiosas o políticas.

El voluntariado es servicio social, pues si bien ayuda a personas concretas sus efectos positivos de generación de mejores condiciones de vida son notorios y reconocidos.

El voluntariado es compromiso que obedece a una opción personal, cada uno en la medida de sus posibilidades y limitaciones.

El voluntariado es esfuerzo, ya sea organizado o espontáneo, es acción, es movimiento.

El voluntariado es presencia, por ello es irremplazable en calidad y calidez.

El voluntariado es generosidad y altruismo, puesto que se hace sin esperar nada a cambio. Es lo opuesto a egoísmo e insolidaridad.

El voluntariado es participación democrática pues promueve la intervención directa y activa de los ciudadanos y ciudadanas en las responsabilidades comunes, en un ambiente de tolerancia y respeto a las diferencias.

El voluntariado hay que verlo como una actitud social de dimensión transformadora, basada en actuaciones solidarias concretas que se asientan en profundos ideales y en una ética de la paz y la justicia. El voluntariado nos acerca y ayuda a comprender determinadas situaciones sociales, a la vez que facilita la toma de conciencia.


Compromiso para la vida: (Pequeñas cosas realizables)


Oración:

El placer de servir


Toda la Naturaleza es un anhelo de servir.
Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco;
Donde hay un árbol que plantar,
Plántalo tú.

Donde haya un esfuerzo
que todos esquiven,
acéptalo tú.

Sé el que aparta la piedra del camino,
el odio de los corazones y
las dificultades del pobre.

Halla la alegría de ser sano y
la del ser justo,
pero sobre todo, la hermosura,
la inmensa alegría de servir.

Servir no es tarea de seres inferiores.
Dios, que da el fruto y la luz, sirve.

Gabriela Mistral