Año nuevo, vida renovada

Autor: Judith Araújo de Paniza

 

 

Acabó un año, empieza otro. Tiempo de balances y planeación.

La vida continúa y cualquier día podemos decidir revisarla. Sin embargo es oportuno, ya que se inicia un nuevo año, aprovechar el calendario para hacer lo necesario para vivir mejor y más felices. En medio de nuestras preocupaciones o dificultades y de los factores positivos de nuestra vida, siempre podremos darle a nuestra existencia más sentido y propósito.

Aprovechemos estas fechas para revisar nuestra vida. No lo hagamos solamente como ejercicio mental, sino que pongamos por escrito las enseñanzas que nos dejó el viejo año, y lo que queremos continuar, mejorar o innovar en el nuevo, para que nos sirva de herramienta de trabajo personal: ¿Con qué nos sentimos más satisfechos? ¿Qué enseñanzas sacamos de nuestras vivencias? ¿Qué podemos mejorar? ¿Qué está en nuestras manos cambiar y qué debemos aceptar? 

Analicemos cada una de las facetas de nuestra vida. ¿Qué estamos haciendo para conservar, mantener y mejorar a nivel físico, emocional, intelectual y espiritual? ¿Cómo nos sentimos con nuestras realizaciones y cómo es nuestra vida en relación con los demás? ¿Cuáles son nuestras metas y a través de qué medios pensamos alcanzarlas?

Analicemos y planteemos nuevos retos en cada uno de nuestros roles con la familia, en el trabajo, en el estudio, en la comunidad a la que pertenecemos. ¿En qué aspectos concretos podemos mejorar? 

Profundicemos sobre nuestras creencias: ¿Estamos viviendo con miras a la eternidad? ¿Qué estamos haciendo para crecer espiritualmente? ¿De qué fuentes nos nutrimos? ¿Sacamos tiempo para orar? ¿Sobre qué valores cimentamos la vida? 

Pensemos en nuestra valoración y contribución personal hacia los demás: ¿Nos valoramos a nosotros mismos? ¿Vivimos la vida de acuerdo a principios de justicia, verdad y amor? ¿Somos aquello que queremos ver en los demás? ¿Hacemos la vida más agradable para quienes comparten con nosotros? ¿Contribuimos a la sociedad?

Realicemos los cambios necesarios. El cambio nunca es tan sencillo, es necesaria la revisión de nuestros hábitos, el planteamiento de metas claras, la definición de estrategias concretas para lograrlas, una revisión periódica de los avances o retrocesos y luego reiniciar el ciclo.

Alimentemos el deseo de lograr lo que anhelamos, con convicción profunda de poder conseguirlo. Soñemos en grande y plasmemos esos sueños en un escrito sencillo, claro y conciso, visualicémoslos como si se hubieran hecho realidad y esto nos motivará más a trabajar por lograrlos.
Vivamos una vida coherente con esos sueños y anhelos. No seamos conformistas. Trabajemos con optimismo, fe y esperanza, fortalezcamos la vivencia de los valores y vivamos cada día con paz y amor.

Dios les bendiga y los anime a vivir buscando la plenitud para la que fuimos creados. Que María santísima los acompañe en este nuevo año.