Auméntanos la fe

Autor: Judith Araújo de Paniza

 

 

El evangelio de hoy empieza con la petición de los discípulos: “Señor, auméntanos la fe”, solicitud que debemos hacer también nosotros si queremos ser discípulos y deseamos colaborar en la construcción del reino de Jesús.

 

“La mayor tentación a que está sometida la humanidad es a querer poner orden en nuestro mundo por nosotros solos, sin Dios, contando únicamente con nuestras propias capacidades, reconocer como verdaderas sólo las realidades políticas y materiales, y dejar a Dios como algo ilusorio”.

 

“Lo que verdaderamente cuenta en la vida humana es la primacía de Dios”.  ” Si el corazón del hombre no es bueno, ninguna otra cosa puede llegar a ser buena. Y la bondad del corazón solo puede venir de Aquel que es la Bondad misma, el Bien.”

 

Las frases de los párrafos anteriores son tomadas del libro Jesús de Nazaret de Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, libro interesante p ara todos los creyentes  e incluso para los no creyentes interesados en la historia y la teología. Está escrito en un lenguaje sencillo, ameno y profundo. Ayuda a entender mejor al Antiguo Testamento y al Nuevo, ya que están totalmente entrelazados en Jesucristo como centro de la esperanza en el Antiguo y plena realización en el Nuevo. Relata la vida de Jesús desde su bautismo hasta la transfiguración. Explica muchos elementos utilizados en la pedagogía de Jesús. Algunas otras frases extraídas del libro:

 

“Se trata de perseverar en la vía recta indicada por Dios, cuyo núcleo está formado por los Diez Mandamientos”.

 

“El Sermón de la Montaña traza un cuadro completo de la humanidad auténtica. Nos quiere mostrar cómo se llega a ser hombre. Sus ideas fundamentales se podrían resumir en la afirmación: el hombre sólo se puede comprender a partir de Dios, y sólo viviendo en relación con Dios su vida será verdadera. Sin embargo, Dios no es alguien desconocido y lejano. Nos muestra su rostro en Jesús; en su obrar y en su voluntad reconocemos los pensamientos y la voluntad de Dios mismo.”

 

 “La fe es caminar con Cristo, en el cual se cumple toda la Ley; ella nos une a la justicia de Cristo mismo”. “Veremos a Dios cuando entremos en los mismos sentimientos de Cristo”. La purificación del corazón se produce al seguir a Cristo, al ser uno con Él.”

 

“El corazón puro es el corazón que ama, que entra en comunión de servicio y de obediencia con Jesucristo. El amor es el fuego que purifica y une razón, voluntad y sentimiento, que unifica al hombre en si mismo gracias a la acción unificadora de Dios”.

 

“¿Quién no ve que existen contaminaciones del clima espiritual a escala universal que amenazan a la humanidad en su dignidad, incluso en su existencia? El cristiano sabe que no puede hacer frente por sí solo a esa amenaza. Pero en la fe, en la comunión con el único verdadero Señor del mundo, se le han dado las “armas de Dios”, con las que, en comunión con el cuerpo de Cristo, puede enfrentarse a esos poderes, sabiendo que el Señor nos vuelve a dar en la fe el aire limpio para respirar, el aliento del Creador, el aliento del Espíritu Santo, solamente en el cual el mundo puede ser sanado”.

 

Que este mes sea de crecimiento en la fe en Dios Nuestro Señor. Pidámosle a su madre que sea nuestra maestra. Ella en silencio, con humildad, meditaba la Palabra de Dios en su corazón. Ella, con su ternura, unión y fidelidad a la voluntad divina, es un bálsamo en la vida, pasión y resurrección de Jesús y en la vida de los creyentes. Ofrezcamos el Santo Rosario por la paz del mundo.