Sugerencias navideñas

Autor: Padre Pedrojosé Ynaraja    

 

La celebración fundamental de la Fe cristiana es, indudablemente, la Pascua del Señor. Ahora bien, el que lo sea, no significa que debamos iniciar nuestras ilusiones evangelizadoras en torno a ella. Una serie de factores sociológicos lo dificultan, además de que su significado resulta para muchos imposibles de reconocer. Añádase que la realización de los proyectos de Dios para la salvación de los hombres, se inició en el momento de la Encarnación, en el seno de Santa María, pero se empezó a hacer visible cuando el Niño nació. Y el misterio de Navidad, por profundo que sea, viene envuelto en un manto de ternura, que resulta aceptable para la mayoría de los hombres.

Alrededor de la Navidad, sin olvidar la “misa del gallo”, que no olvidemos era antiguamente la única Eucaristía que estaba permitido celebrar fuera de horas matinales, se le fue añadiendo un ropaje encantador. Apareció el nacimiento o pesebre y los villancicos. Estas dos únicas cosas fueron las que antaño nos educaron en el seno familiar. Era una Fe ingenua, siempre debería la Fe cristiana ser ingenua. Acompañando a las canciones alrededor del belén, rezaba la familia reunida, antes de acostarse.

Seamos sinceros, nuestra actual cultura ha ido añadiendo progresos técnicos, olvidando la superación espiritual. O se han atiborrado las fiestas de imperativos burgueses consumistas, muy lejanos de las enseñanzas de Belén. Pero no se crea que todo se ha perdido, me he propuesto hoy sugerir iniciativas de otros lugares, que pueden resultar útiles.

En Roma, el 3º domingo de Adviento, los chiquillos llevan a la Plaza de San Pedro, a la hora del Ángelus, sus “bambinelli”, para que reciban la bendición del Papa. He dicho los chiquillos, pero la realidad es que muchos mayores también acuden con su figurita del Niño Jesús, grande o pequeña, de calidad o de sencillo material. Esa imagen, la guardaran para colocarla en el belén familiar la Nochebuena. Quien quiera saber mas, no le es preciso esperar al día 13. En cualquier momento encontrará en YouTube, unos cuantos ejemplos, alguno en lengua castellana. Es suficiente, poner bambinelli, para que le aparezcan media docena. Hay que escoger alguna de entre los que se ve al Papa en el balcón. Esta iniciativa la he puesto en práctica varios años. Los niños que se acuerdan y traen su figurita, la levantan ilusionados, para que yo la bendiga. Añado que preparo por mi parte, sencillas imágenes de yeso, que yo mismo he moldeado, y entrego a los olvidadizos y a las personas mayores que lo deseen. Sé que esta figurita será colocada en un lugar personal íntimo, tal vez en la mesa de estudio, o cerca de la cama, y que les recordará lo que han escuchado en la iglesia.

De la otra sugerencia no puedo hablar más que por lo que he sido informado, pero que nunca he podido poner en práctica. Se trata de la costumbre mejicana de las “posadas”. Según cuentan con emotiva ilusión los que me lo explican, salen los “peregrinos” cantando hasta la casa con la que previamente se han puesto de acuerdo. Allí se establece el diálogo entre los de fuera y los de dentro, hasta que se les franquea la entrada. A continuación viene la fiesta. Tanto en YouTube como en google, hay rica información de imágenes y de la letra que se canta. Recibí hace años un power-point de este tema, lo he visto muchísimas veces, acabando casi siempre llorando emocionado por la ternura del texto. Cuando algún mejicano me ha contado sus recuerdo lo ha hecho con nostálgica emoción y piedad.

Y vuelvo a nuestra actualidad. Costumbres y tradiciones, no porque lo sean, merecen ser aceptadas y mantenidas. Al filón cristiano se le ha pegado mucha anécdota que no siempre es correcta. Lo heredado bascula entre dos polos: cristianismo y aburguesamiento. Es preciso una labor de separación y limpieza. Es oportuno acudir a iniciativas del Tercer Mundo, que es muy creativo y, por exigencias de su realidad, nada aburguesado.