Las posadas en México

Autor: Padre Pedrojosé Ynaraja

Libro: En torno a Adviento y Navidad

 

 

He de reconocer que esta actividad propia del Adviento sólo la conozco por referencias familiares, que me aseguran que continúa practicándose, y por Internet. Creo un error incorporar o añadir a nuestras costumbres sólo iniciativas venidas de países del Primer Mundo, que en el terreno religioso no se distinguen precisamente por su creatividad, y olvidar realizaciones que nos llegan lugares donde la fe cristiana se vive con una sinceridad e ingenuidad que nos conviene recuperar.

 

Me parece que entre nosotros podría sin duda aceptarse “las Posadas” adaptándolas a la idiosincrasia del grupo. Veo en ellas contenido bíblico suficiente al que se puede añadir las canciones tradicionales y acabar con la fiesta que, al ser nueva, puede conservar la sencillez y huir del consumismo, tal vez hasta podría ser fruto de la colaboración de dos entidades de una misma parroquia o de dos secciones de una misma organización (los más jóvenes con posters de los “peregrinos” podrían dirigirse al local de los mayores y, sin olvidar los diálogos, entrar a celebrar la fiesta que puede concluir con una oración o con una liturgia a base de escoger textos de los últimos días de Adviento)

 

“Los primeros misioneros españoles en México, en el siglo XVI, tratron de enseñar a los indios los misterios de nuestra religión por medio de representaciones teatrales parecidas a los “autos de fe” de su país de origen. Se atribuye a Fray Diego de Soria (finales del siglo XVI). Las primeras “jornadas” (como se llamaban entonces), en el convento de Acolman, para recordar el camino de José y María de Nazaret a Belén. De estas celebraciones y de los Autos de Fe europeos surgieron las pastorelas y los cantos de pedir posada. Estas celebraciones se llamaron también fiestas de aguinaldo, quizá por los pequeños regalos que se daban a los indios que participaban. Poco a poco la celebración salió de las iglesias a las casa y el canto religioso fue substituido por la música popular. La liturgia se mezcló con el folklore popular, haciendo que estas fiestas se arraigaran en el corazón del pueblo mexicano. Fue en esta época cuando prevaleció el nombre de Posadas.

 

Las Posadas no son otra cosa que la novena de Navidad. Comienzan el 16 de diciembre y terminan el 24. La ceremonia consiste en una procesión desde las iglesias o en las casas particulares donde se lleva en andas a los santos Peregrinos, o sea a las imágenes de Maria y José algunas veces acompañados de un burro o guiados por un ángel. En algunos lugares varias familias con anterioridad se reparten las posadas, es decir cada noche una familia distinta organiza la posada y los peregrinos irán peregrinando de una casa a otra”.

 

 .Hasta aquí la noticia de Internet, a continuación el texto de los diálogos:

 

PARA PEDIR POSADA

 

1.-FUERA

En nombre del Cielo os pido posada, pues no puede andar mi esposa amada.

DENTRO

Aquí no es mesón, sigan adelante. Yo no debo abrir, no sea algún tunante

 

2.-FUERA

No seas inhumano, tennos caridad, que el Dios de los Cielos te lo premiará.

DENTRO

Ya se pueden ir y no molestar porque si me enfado os voy a apalear.

 

3.-FUERA

Venimos rendidos desde Nazaret, yo soy carpintero de nombre José

DENTRO

No me importa el nombre, déjenme dormir, pues que yo les digo que no hemos de abrir.

 

4.-FUERA

Posada te pide amado casero, por sólo una noche la Reina del Cielo

DENTRO

Pues si es una reina quien lo solicita ¿Cómo es que de noche anda tan solita?

 

5.- FUERA

Mi esposa es Maria, es reina del Cielo y madre va a ser del Divino Verbo

DENTRO

¿Eres tu José? ¿Tu esposa es María? Entren peregrinos, no los conocía

 

6.-FUERA

Dios pague señores, vuestra caridad y que os colme el Cielo de felicidad.

DENTRO

¡Dichosa la casa que alberga este día a la Virgen pura, la hermosa María!

 

AL ABRIR LAS PUERTAS

Cantemos con alegría todos al considerar, que Jesús, José y María

Nos vinieron a honrar. Humildes peregrinos Jesús, María y José el alma doy por ellos

Mi corazón también.

 

Entren santos peregrinos, reciban esta mansión, que aunque pobre la morada,

Os la doy de corazón.

Oh peregrina agraciada, Oh bellísima María, yo ofrezco el alma mía

Para que tengáis posada.

 

Continúa la familia:

“después se rompe la piñata que es una olla de barro muy adornada, llena de fruta, dulces, colación, etc. Se prenden luces de bengala y se sirve generalmente ponche, que es una especie de te con frutas y adornado con un poquitín de alcohol.”