Cesarea de Marítima

Autor: Padre Pedrojosé Ynaraja

Libro: Tierra Santa

 

 

             Este antiguo núcleo urbano recibió en la época helenista el nombre de Migdal Sharshan (torre de Straton). El emperador Augusto se la cedió a Herodes el Grande que fue el artífice de la garn urbe posterior, en el año 30 a.C.

 

            El viajero se siente aturdido ante la ingente cantidad de ruinas que se extienden paralelas a la costa mediterránea, en una franja estrecha pero de varios kilómetros de longitud. En la actualidad el peregrino pletórico de ilusiones y emocionado, se encuentra con tiendas de recuerdos y bañistas que se zambullen o toman el sol ajenos al contenido histórico del lugar. Se deberá, como en tantos sitios, cerrar los ojos de la cara, para poder situar en cualquier rincón de entre las piedras, la casa del Centurión Cornelio, al que evangelizó San Pedro y al que también bautizó con los de su casa. Fue este un momento importante para la historia cristiana, aquí por primera vez se comunicó la fe a los no judíos, también llamados gentiles; aquí la Iglesia empezó a ser católica.

 

Al dirigirnos al actual pequeño puerto, tratamos de distinguir dentro del agua los restos del que fue el mayor fondeadero de Israel en tiempos de Cristo y que tan unido estuvo a las andanzas de San Pablo, que aquí embarcó después de su primera visita a Jerusalén, ya convertido a Jesucristo, aquí desembarcó más de una vez, aquí permaneció prisionero más de dos años, y de aquí salió hacia Roma por haber apelado al César y ser juzgado con mayor equidad por un alto tribunal, privilegio que le era concedido por ser ciudadano romano.

 

            En Cesarea se ha encontrado una lápida donde aparece el nombre de Pilato, prefecto de Judea junto al nombre de Tiberio, siendo esta piedra uno de los pocos testimonios extrabíblicos de la existencia de tal gobernador.

 

            A pesar de las persecuciones romanas, en tiempo de Septimio Severo, los cristianos pudieron reunirse en concilio, era hacia el año 193, y determinar que la Pascua se celebraría siempre en domingo, decisión que todavía se cumple en el mundo cristiano y que da un gran contenido teológico a la fiesta y al domingo. Más tarde la población fue sede de estudiosos cristianos, aquí se estableció Orígenes y aquí escribió Eusebio el Onomastikon, en el 231, que resulta ser la primera geografía de los lugares bíblicos.