Adoración Eucarística Sanción y Liberación

Autor: Lilly Medina

 

Dice la palabra de Dios en Marcos 1, 40 en adelante:

Se le acercó un leproso, que se arrodilló y suplicó a Jesús:

« Si quieres, puedes limpiarme ». Jesús tuvo compasión, extendió la mano, lo tocó y le dijo: « Yo quiero, queda limpio. »

Al instante se le quitó la lepra y quedó sano.

Entonces Jesús lo despidió, pero le mandó enérgicamente:

« No se lo digas a nadie, preséntate al sacerdote y le darás por tu purificación lo que ordena la ley de Moisés.

Así comprobaran lo sucedido. »  

Mis queridos hermanos, ¿qué Jesús es éste que luego de realizar el milagrazo de sanar a un leproso, le dice: «No se lo digas a nadie.»?....

Si alguno de nosotros fuera quien hiciera el milagro...¿lo escondería?

Mas bien saltaríamos de alegría por lo que pudimos realizar y si se pudiera publicar en el periódico, lo haríamos y entonces no faltarían los que dudaran y filosofaran sobre la procedencia de aquel milagrazo...y tal vez encontráramos la dura realidad de que muchos, nunca aceptaran que Dios sanara a un leproso y mucho menos que nos utilizaría a nosotros para realizar éste Milagro de Sanción...y también alguno podría enfermarse de orgullo y quisiera robarle la Gloria a Dios por aquella sanción....

 

La verdad es que Jesús decía “No se lo digas a nadie” porque lo andaban buscando para matarlo, pero la compasión de Jesús por los que sufren va mas allá de la lógica humana y a pesar de las persecuciones y de la muerte que le esperaba su amor y perdón no tenía fronteras, como no las tiene aún, El no se limita, se da por entero a los mas pequeños, a los débiles, los enfermos, los oprimidos.... y tal vez hoy no escuchemos hablar mucho de la Lepra que es una enfermedad muy contagiosa que hace que la carne y la piel se pudran lentamente y se vayan cayendo en pedazos, pero hay una realidad de la que no podemos escapar y es que ese concepto de enfermedad lo tenemos en cada uno de nosotros con síntomas diferentes pero espiritualmente tienen el mismo efecto en nosotros que

 

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una lepra carnal...nos vamos pudriendo lentamente y vamos cayendo en un pozo sin final que nos embarca en tremenda soledad, una soledad que

da como fruto el hastío y el resentimiento y a veces llega mas lejos, hasta el odio y cuando odiamos... “morimos”....y esa muerte es la consecuencia del pecado que dejamos entrar en nuestra alma....

Para  los Judíos de aquellos tiempos la Lepra era considerada como un castigo de Dios, además de ser una enfermedad sumamente contagiosa...por eso los leprosos tenían que vivir aislados, marginados del resto de la sociedad, en las afueras de los pueblos y eran declarados IMPUROS por la Religión Judía...

Pero Jesús pasaba por encima de la Ley Judía cuando se trataba de consolar, de sanar, de amar y de perdonar....y cuando se encontró con éste leproso, venia de estar predicando la Buena Nueva de Salvación por todos los pueblos....Jesús venia desde Galilea, pasando por Cafarnaum, sanando enfermos y echando demonios...y fue en ese trayecto que se encontró a este grupo de leprosos  marginados y luego de sanar al leproso le dice que vaya a donde el sacerdote y presente su sacrificio pues estaba escrito en sus Leyes ,(Levítico 13 y 14) que para que ellos fueran reintegrados en la sociedad tenia el sacerdote que corroborar su sanción y el leproso ofrecer un sacrificio a Dios ya que la lepra era para ellos consecuencia del pecado y la sanción de ella se consideraba como un verdadero milagro de Dios...y un milagro de perdón....

 

Hermanos, Jesús sale al encuentro de los mas marginados y allí llega a sanarlos de sus dolencias físicas, pero lo mas importante que hizo Jesús con la sanción del leproso es la Sanción Espiritual que le hizo recobrar SU DIGNIDAD...Y es que la Buena Nueva de Dios no se queda en Palabras sino que también trae cambios drásticos en nuestras vidas....

Del aislamiento y de la muerte....Jesús con el anuncio la Buena Nueva de Salvación nos lleva a una entrega total y a ser testigos del poder de su evangelio, una Palabra que nos devuelve la Dignidad con la que El nos creó y esa  entrega nos da la vida...y la vida brota en nosotros como luz de la esperanza, ....y la esperanza hace que crezca  el verdadero ...y del Amor nace la ,...y la unión nos colma de felicidad, ...y la felicidad trae como resultado la espera....y de la espera, nace la Aceptación de la VOLUNTAD DE DIOS...

 

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Y eso quiso decir el leproso cuando le dijo a Jesús :

“Si quieres” .....El leproso acepta la Voluntad de Dios sea cual sea, ese hombre sabía bien quien era Jesús, lo reconoció al escucharlo predicar y ese... “Si quieres”... significaba también que si lo sanaba o lo dejaba

impuro siempre lo seguiría reconociendo como el Cristo, el Mesías Redentor del mundo....

 

Y es que Jesús nos regalará sanaciones físicas extraordinarias...Yo soy testigo de sus sanaciones fisicas ... El llegó a mí vida sanándome de la valvula del corazón; me ha sanado de un diagnóstico de cancer en el seno, de una hernia en la columna, porque El Es Rico en Misericordia, es Compasivo y no le cuesta nada hacerlo.... dice el Evangelio que Jesus tocó al leproso y al INSTANTE sanó... y es que lo que para nosotros es imposible para Dios, TODO ES POSIBLE,  y con todas estas sanaciones El nos quiere llevar a la verdadera Riqueza que El tiene reservada para nosotros, la que no se almacena en los armarios, ni se llena de polilla, y esa es Su Presencia en nosotros, Su Cercanía, Su Eterno Amor, y esa ha sido la riqueza mas grande que El me ha dado a mí...conocerlo...algún DIA tendré que partir y no sé como será mi despedida pero de una sola cosa estoy segura y es que me iré confiada porque sé en quien y en donde puse mi esperanza, en el Reino de Dios y en  la Buena Nueva de Salvación de que «tanto amó Dios al mundo que envió a su Único Hijo para que todo aquel que crea en El no perezca sino que tenga vida eterna.»

 

Jesús se hizo hombre, de carne y sangre para morir en una cruz por nosotros y así quitarle el poder al que reinaba por medio de la muerte y ese era Satanás... hermanos, Jesús nos ha liberado del miedo a la muerte que tiene a los hombres  paralizados...Su Sangre derramada por nosotros tiene poder de destruir las fuerzas del mal... Su Sangre nos infunde un espíritu de valor...tiene poder de purificar nuestras conciencias...Su Sangre nos da protección y a consecuencia de su pasión y su muerte vino la Resurrección que nos garantiza la segunda venida de Cristo....

 

Jesús tuvo que asemejarse en todo a nosotros para llegar a ser  El Sumo Sacerdote que pide el perdón por nosotros...Jesús fue probado en el sufrimiento y escogió aceptar la voluntad del Padre, por eso es capaz de ayudar a los que sufren....

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¡Te Alabo Dios Bueno, porque hoy Tu nos has reunido aquí para darnos Tu milagro de Amor...Tu nos has llamado y hemos respondido, venimos con un recipiente muy grande a llenarnos de Ti y a recibir, sin poner limitaciones todo lo que nos quieras dar!

 

Hermanos, yo les quiero invitar en esta noche a una aceptación mayor de este mensaje de Salvación que se nos ha dado a los hombres...dejemos que Cristo nos penetre con su Amor Sanador y dile desde lo profundo de tu corazón...” JESÚS...YO CREO EN TI... CREO EN ESTE MENSAJE... CREO EN ESTA BUENA NOTICIA DE LIBERACIÓN Y SANACION

Y VENGO ANTE TU ALTAR A ENTREGARME A TI,

Aquí estoy Señor, sé Tú mi Dueño, mi Señor y mi Salvador”

Y ahora....

Dile como el leproso: “Si quieres, tu puedes limpiarme.”

Y escúchale decir: “Yo quiero, queda limpio”

 

La sanacion física dispone nuestra alma para ir en buscar de la Verdad y descubrirla nos dará la Salvación...conoceremos los misterios de Dios que harán que nos abracemos a la locura de su cruz...la de un Dios que Muere Destrozado y Resucita Glorioso...

 

Hermanos, vamos a descubrir en cada uno de nosotros la lepra física y la espiritual que nos aísla, nos margina y contagia a la sociedad en que vivimos y esa sociedad puede ser tu familia, tus vecinos, tus amigos, tus compañeros de trabajo, el pequeño mundo que te conoce y esa enfermedad hace que te rechacen y también te declaren IMPURO y declararte impuro significa mantenerte apartado de sus vidas, despreciar tu cercanía y te lo hacen sentir muchas veces con una simple indiferencia, no es necesario escuchar una ofensa para sentirse uno abandonado, para sentir la soledad.... Cada uno de nosotros tenemos una lepra que nos hace sufrir, y pidamos perdón por haber contagiado a otros con ella..por eso....

Dile como el leproso:  “Si quieres, tu puedes limpiarme.”

Y escúchale decir: “Yo quiero, queda limpio”

 

Hermanos,  El Señor espera que nosotros creamos en sus promesas para recibir la sanacion. El espera que tengamos la fe como un granito de mostaza para mover las montañas y allanar los caminos....

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Solo tenemos que abrir el corazón...y eso se logra dejando que el mal que nos aqueja se convierta en la lanza que lo hiera y lo desbarate, para que Jesús pueda sanarlo...”Por sus llagas hemos sido sanados”...El dijo: “Ojalá hoy escuchen la voz del Señor y no se hagan duros de corazón”

(Feb, 3, 15), Y dijo también en Santiago 1,6 en adelante :

“ Pero pidan con Fe sin vacilar, porque el hombre que vacila se parece a las olas del mar que se levantan y agitan según el viento, un hombre así que no espere nada del Señor....

Hagan lo que dice la Palabra pues al ser solamente oyentes se engañarían a sí mismos. El que escucha la Palabra y no la practica es como un hombre que se mira al espejo y apenas deja de mirarse se olvida de como era.”

 

Hermanos, el Señor espera de nosotros una actitud de fe... de una fe expectante, sin vacilaciones....El espera que nos miremos al espejo y reconozcamos lo que somos...porque en nuestra debilidad El demuestra Su grandeza....Y yo te invito ahora a  arrodillarte y a suplicarle al Señor por tu sanción física y espiritual....

Tomate un tiempo para decirle a Jesús todo lo que te perturba... Jesús saltó por encima de las leyes judías y se acercó con compasión para sanar a los enfermos y echar los demonios.

Reconoce humildemente que tu también estas necesitado que El venga a ti con la misma Compasión, póstrate ante El...

Dile como el leproso: “Si quieres, tu puedes limpiarme.”

Y escúchale decir: “Yo quiero, queda limpio”

 

Cree que Jesús te va a sanar porque tú eres lo mas importante que tiene la Creación, eres mas importante que el universo, que los astros, que el sol, que la luna, que las estrellas, que la naturaleza, que los animales....

¡Tú fuistes creado para ser Su hijo!

 

Repite otra vez esa sencilla oración de sanación del leproso, no hace falta rebuscar palabras, no pierdas tu tiempo buscando formulas secretas, Dios quiere mas que eso, Dios te  pide Fe...la que cree y espera en El...

Dile como el leproso: “Si quieres, tu puedes limpiarme.”

Y escúchale decir: “Yo quiero, queda limpio.”

 

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Deposita tu confianza en Jesús...míralo, no vaciles, El es el ÚNICO que puede sanarte...¡Nadie mas te sana, no existen magos, ni magia blanca,  ni magia negra, ni vudú, ni parasicología, ni astrología, ni espiritismos, ni Nueva Era, ni masajes, ni colores, ni energías positivas, ni poderes mentales, ni las relajaciones mentales, ni cariaquito morado, ni limpias, ni baños, ni supersticiones, ni vasos de agua, ni Ángeles, ni demonios, que te puedan sanar!...No te condenes con todas estas falsas creencias....Renuncia a la mentira y descubre la verdad y al instante encontrarás la Salvación....nadie mas que Jesús te puede sanar, no existe otro poder a parte de Dios que Sane...Dios creó la Ley de la naturaleza, le pertenece a El  y solo Su Creador puede cambiarla a su antojo...¡anda, anímate!...

“Dile como el leproso: Si quieres, tu puedes limpiarme.”

Y escúchale decir: “Yo quiero, queda limpio.”

 

Hermanos, ese, “Si quieres”,  significa que también aceptamos la voluntad de Dios... y aceptar Su Voluntad es amarlo por quien ES,  y

NO por lo que puede hacer,  y esa es la Fe mas grande que podemos demostrarle... es la fe que cambiará radicalmente nuestras vidas hoy....

“Solo si tú quieres...Me basta con mirarte...Me basta con mirarte....”

 

ORACIÓN:

 

¡Señor, realiza tus milagros, tus hazañas, tus prodigios, tus sanaciones... libera a tu pueblo prisionero del mal,  por las aguas de nuestro bautismo, rompe toda atadura de negación de los que no te conocen, ablanda los corazones empedernidos para que se acojan a tu plan de Salvación, expulsa toda tentación, opresión, obsesión del maligno, todo maleficio,

represalias, venganzas, todo espíritu inmundo, todo nudo espiritual, toda cadena oculta, en el Nombre de Jesús, fuera de nuestras vidas todo odio, envidias, venganzas, celos, resentimientos... destrúyelo todo Jesús por el poder de tu pasión, de tu sangre derramada por nuestra salvación, por ese poder Eucarístico, Por ese Pan Vivo que es El Cuerpo, La  Sangre, El Alma y La Divinidad tuya... arroja bien lejos de nosotros todo espíritu del mal que no sea siervo tuyo y envíanos la promesa del Espíritu Santo, danos unción y poder para derribar al enemigo, en Tu Nombre lo pedimos, ¡Jesús de Nazareth!...

Manda la fuerza del Espíritu Santo, nuestro abogado, y consolador, quemanos con tu fuego sanador, pasa por nuestras vidas sanando toda clase de enfermedades, porque por tus llagas hemos sido sanados y tu eres el mismo de ayer de hoy y de siempre, El Señor que sana, limpia, purifica, transforma y libera...

Gracias Señor por todas las sanaciones físicas y espirituales que estas realizando en este momento y las que seguirás realizando, gracias Señor por decirme:

“Yo quiero, queda limpio.” 

Amen Señor, Así sea, Toda la Gloria es tuya!