La Palabra "Pero"

Autor: Manuel Izquierdo

 

 

Pero es una palabra. Según los expertos, "pero" es una conjunción adversativa con que a un concepto se contrapone otro diverso del anterior. Lucas nos regala un ejemplo del uso de esta palabra. Se acercó una persona a Jesús y le dijo: "Te seguiré Señor, pero déjame antes despedirme de los de mi casa". 

Pero es una palabra. También una señal de tibieza. 

No hay mucha diferencia entre el incrédulo y el cristiano moderno. El incrédulo niega mensaje del Evangelio. El cristiano del Siglo XXI; tal como advierte Lucas en la parábola del sembrador, es como la semilla que cae sobre la piedra. Escucha la palabra, la recibe con alegría; pero no tiene raíz; creen por algún tiempo, pero a la hora de la prueba abandonan el Amor.

Pero es una palabra. También es la imposición de una condición. Empezamos un diálogo con Jesús. "Señor, tú me pides amor, pero es que Tú no conoces la maldad que hay en ese compañero de trabajo." "Señor tu me pides que haga el bien al que me odia, pero es que ya no quiero rebajarme ante esa vecino". "Señor, tú me pides que bendiga y que ruegue por los que me difaman pero aquel insulto no lo puedo olvidar". "Señor, tú me pides que dé sin esperar nada a cambio, pero me quiero sentirme que significo algo para alguien". "Señor tu me pides que sea misericoricordioso, pero estoy cansado de ser el tonto útil de mi comunidad". 

Pero es una palabra. También es un impedimento para la felicidad. Porque el mensaje del Amor es la única manera de encontrar la razón de nuestra existencia. En el amor somos plenos. Si al Amor le añadimos la añadimos la palabra "pero" seremos incapaces de ser. 

Hoy quiero pedirle a Jesús que borre la palabra "pero" y todos sus sinónimos de mi vocabulario. De esa forma pondré la mano en el arado sin mirar atrás para amar sin condiciones. Para amar sin "peros".