El Pentecostés del Corazón

Autor: Manuel Izquierdo

 

 

Los templos serán edificios de bloques y concreto. La sagrada escritura será un libro impreso. Las imágenes religiosas serán objetos en una exposición artística.

Durante las últimas decadas, nuestro sistema político social se ha abrazado a un ateísmo sin precedentes. Para dicho sistema, Dios se ha convertido en un estorbo. El mensaje cristiano se ridiculiza y censura. Algunos lo llaman conservador. Otros lo llaman liberal.

Lo anterior me lleva a pensar que en un futuro no muy lejano, los templos sólo serán edificios de bloques y concreto. La sagrada escritura será un libro impreso. Las imágenes religiosas serán objetos en una exposición artística.

No pretendo con esta meditación presentarles un cuadro pesimista del futuro. Pienso, por el contrario, que todo esto que ha ocurrido contra el mundo cristiano parece ser un nuevo comienzo. Quizás un nuevo Pentecostés. Un renacer.

Me refiero a un nuevo cristianismo que nos hace un llamado confiando en que nuestra respuesta no dependerá de una tradición milenaria o una exigencia cultural. Un nuevo cristianismo que nos invita confiando en que nuestra respuesta no saldrá exclusivamente de los labios. Un cristianismo perseguido pero que, sin miedo, mira al futuro con esperanza. Un cristianismo sin recursos pero repleto de Amor. Un cristianismo que, con mucha fe, es capaz de luchar contra lo imposible. En ese momento cada corazón será un templo. Cada corazón será una biblia. Cada corazón será imagen de Jesús de Nazareth.

(Dedicada a mi párroco P. Damián Carvajal)