Reflexión bíblica

“Yo soy el Pan de Vida; el que viene a mi jamás tendrá hambre; el que cree en mi jamás tendrá sed” Jn 6,35-40

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

Solo Tu Señor, Jesucristo, puedes saciar plenamente ese hambre, sólo tu, Señor, puedes saciar nuestra sed. Tenemos hambre de verdad, y tú eres la verdad del padre, la verdad absoluta. Tenemos sed de felicidad, y tú nos sacias de alegría. 

Tú eres mi Señor Jesús, pan por la Palabra de Dios, que se convierte en pan celestial para todo aquél que la recibe su mismo espíritu.

Es así como vamos a ti, creemos en ti, y deseamos ir donde no existe la sed, donde no existe el hambre, y ese lugar es la vida eterna.

“Señor, danos siempre ese pan”

Si Señor, porque eres el Pan de la vida, y sin ese Pan, moriríamos de hambre, hambre de verdad, de bondad, de santidad, algo que sólo tu puedes satisfacer, con Tu Pan Celestial, en la Eucaristía.