Excomulgar

Autor: Alejo Fernández Pérez   

alejo_fp@terra.es

 

 

La Iglesia católica es la única institución humana a la que algunos de los que se llaman católicos pueden impunemente ofender, desobedecer, criticar, blasfemar, ridiculizar, burlarse e injuriar públicamente  de mil forma diferentes. ¡Y gratis ¡ 

En España, desde que ZP cogió la batuta, las ofensas a la religión se han convertido en algo vulgar, chabacano, cansino y ruin que usan, como método infalible para chupar cámara, los insultadores de profesión. En los últimos tiempos los ejemplos son numerosos: 

EL bufón italiano, Leo Bassi llama a la Biblia «el puto libro”. En Jerusalén, el lugar más santo de la cristiandad,  los señores (perdón por lo de señores) Maragall y Rovira se fotografían parodiando a Cristo con una corona de espinas. Las juventudes de ERC y PSC vestidos de Papa, obispos, curas y monjas delante de la catedral de Barcelona insultan al Papa y a todo lo que huela a incienso, simplemente porque defienden la familia formada por un hombre y una mujer .S e han estrenado -con subvenciones públicas- obras de teatro blasfemas como “ Me cago en…”  En televisión se ha mostrado cómo «se cocina» un Cristo.  En manifestaciones encabezadas por representantes del Gobierno se burlan de la muñeca Nancy, crucificada. También, por supuesto, se ha permitido la caracterización en diversas series y programas televisivos de los católicos como meapilas, casposos, reprimidos sexuales y no sé cuántas lindezas más.  

Contra estos energúmenos, odiadores de profesión, que ni son cristianos, ni demócratas, ni civilizados,  ni son nada, utilicemos las leyes democráticas, la justicia. Contra los que se llaman católicos, utilícese además la excomunión pues no comulgan con nada ni con nadie de la Iglesia. Si hay que tener enemigos que no sea en casa, que estén en la acera de enfrente. Quizá se nos empiece a respetar cuando empecemos a exigir y defender nuestros derechos. De momento conocemos dos excomuniones famosas: 

Una: el 8 de diciembre pasado se hizo pública la confirmación por parte de la Santa Sede de la decisión de Mons. Fabián Bruskewitz, obispo de Lincoln (Nebraska), de excomulgar a los miembros del grupo “católico disidente” llamado Call to Action, una asociación que se autodenomina católica pero se opone a la enseñanza de la Iglesia en cuestiones relacionadas con la moral sexual, el celibato sacerdotal, el sacerdocio femenino, la elección de obispos, etc… 

Otra: NOTICIAS GLOBALES, Año X. Número 706, 18/07. Gacetilla nº 829. Buenos Aires, 25 abril 2007829) MÉXICO: EXCOMUNIÓN A QUIEN LEGISLA A FAVOR DEL ABORTO. Fuente: Arzobispado de México.(…) “Quien legisla a favor del aborto, quienes lo promueven y trabajan para hacerlo realidad, quien lo induce u obliga a la mujer a abortar, el médico, enfermera o persona que lo realiza, y la mujer que lo lleva a cabo reciben la pena de la excomunión” 

Ya son dos, pero ¿cuántas más existen tan graves como estas? Divorcios, persecuciones a la Iglesia, legislaciones contra su libertad, contra la familia, contra la enseñanza, a favor de la eutanasia, políticas generadoras de guerras injustas, de hambres, algunos teólogos teólogos… Separar de la Iglesia a quienes la ultrajan no es enviar al infierno a nadie. Basta que el excomulgado pida  perdón y rectifique para que se le vuelvan a abrir las puertas de la Iglesia. Quizá no lo haga si no siente un poco de temor, pues  “el temor a Dios es el principio de toda sabiduría” . 

Por supuesto, esta pena solo afecta a los católicos, quienes no lo son, no tienen porque preocuparse; pero  tendrán que apelar a su propia conciencia delante de Dios o de la sociedad. También en la iglesia existe cierto miedo a excolmulgar. ¿Qué dirán algunos fieles si se excomulga a un mal católico? Pero,¿qué dirá el Señor si no se le excomulga?