¡Conviérteme en alabanza!

Autor: Hna. Teresa del Carmen Rodríguez Pérez

 

 

Hoy me regalas el sol
aire, la tierra, los pájaros.
En la mañana escuché
sus trinos, su alegra canto.

Camino, respiro, pienso
en tu amor infinito...
Me imagino que desde el cielo
me miras y me envías tus mimos;
pues los vi cuando pasaba
a la orilla del camino.

Había flores pequeñitas
escondidas en las hojas
y la gotas de rocío
embellecían las rosas;
el pasto y la grama verde
me hablaban de tu frescura
y las montañas tan limpias
con su majestuosidad
me mostraban tu grandeza,
tu paz, tu serenidad.

Me regalas días y más días,
pienso en tu amor por las noches
y de nuevo me levanto
inundada en tus amores.

Sólo te pido señor
que me sigas hablando así,
pues mi corazón inquieto
ya no sabe ser feliz
hasta que descanse en el tuyo
y aprenda a darse a Ti.

No dejes que me acostumbre
a tus días y a tus noches
y que mi corazón sea duro
a tanta dulzura y derroche;
pues la vida escomo un soplo
como una sombra que pasa.
¡Despiértame cada día
convertida en alabanza!