Con el sol del medio día

Autor: Hna. Teresa del Carmen Rodríguez Pérez

 

 

Al amanecer no estuve
disponible para Ti,
estaba quieta en mi casa
cuando saliste por mi.

A media mañana inquieta
escuché palabras nuevas.
Se confundían mis ideas
y no entendí tu propuesta.

A mediodía como el Sol
cayó tu grito muy fuerte
y mi pobre corazón
se consoló al responderte.

Desde entonces tus llamadas
no dejan de resonar
a mediodía, a media tarde
porque me quieres salvar.

Al amanecer me esperas,
pues ya sabes el camino
que conduce hasta mi casa
mi Buen Jesús, dulce amigo.

A media mañana llegas
a acompañarme en tu viña
y aunque siempre estás conmigo
tu presencia es mi alegría.

A mediodía me recuerdas
el día que me llamaste
y a mi Madre María
me invitas a rezarle.

Y con la oración del Ángel
yo te renuevo mi Si,
pidiendo a mi Madre Buena
que interceda por mi.

A media tarde yo siento
en la faena el cansancio
pero tu amor y ternura
secan mi sudor y llanto.

Vendrás al caer la tarde
para recoger conmigo,
sonriendo me abrazarás
para llevarme contigo..

En tus brazos cruzaré
los peligros de la noche
y reclinada en tu pecho
olvidaré mis dolores.

Gracias Señor por llamarme
con el sol del mediodía
pues no privaste a mi alma
de tu dulce compañía
y me pediste la vida
antes de morir el día.

Mi juventud te la doy,
mi sonrisa y alegría,
mis luchas, mis esperanzas,
mi caminar día a día.
Las flores que te he cortado,
las espinas, las espigas.
Mi intento de alzar el vuelo,
mi corazón a María
mis deseo de santidad,
de contemplar tu sonrisa.