Jesús, reflejo del Padre.

Autor: Hna. Teresa del Carmen Rodríguez Pérez

 

 

Mi Dios tiene un corazón,
tiene manos, tiene pies,
tiene unos ojos tiernos
que nunca duermen, me ven.

Dios Padre siempre sonríe,
se alegra con mi alegría,
y si mi alma se angustia
me consuela su sonrisa.

El Buen Dios siempre me abraza,
me tiende su mano amiga
y cuando tropiezo y caigo
sus dos manos me acarician.

Dios Padre siempre me abraza
a cada instante me espera,
su puerta esta siempre abierta
y su corazón en vela.

El Buen Dios salió a buscarme
cuando a mi vino la noche;
caminó, cargó la cruz
y con ella mis errores.

Dios Padre entregó a su hijo
para nuestra salvación,
corazón , manos y pies
traspasados por amor.

Su corazón ofreció
en el Hijo muy amado,
el triunfante regresó
a prepararnos morada
pues muchas habitaciones
serán allá nuestra casa

Nos envió al Consolador
para recordarnos todo;
el nos sella con su amor,
lo difunde entre nosotros.

Oh Santo Espíritu ven,
santifica nuestras vidas,
arráncanos del pecado.
¡Danos la Vida Divina!