La inocencia desgajada

Autora: Zenaida Bacardí de Argamasilla

Libro: Corola nueva


En esa hora en que cae la sombra sobre un alma adolescente que era luz, se desgaja la inocencia.

Cuando el alma de un hijo pierde la inocencia, se advierte que llegó el momento de las angustias y las lágrimas para nosotras y para ellos.

Ya no lo veremos ingenuo, reidor y transparente. Empezarán los deseos insaciables, las pasiones que hacen sufrir. Intuimos que empezará a gemir algún día. Se acabó eso de sentarlo en nuestras piernas, apretarlo a nuestra falda y acariciarle el alma, como algo que abarcamos por completo.

Se encenderán pasiones como ramazón violenta que va a sacudirlo. Nadie penetrará su intimidad. Y por primera vez apretará la boca con un secreto. Va a entrar a la contaminación del mundo.

Con avidez de triunfo, le estallan los sueños y se le abre el alma al porvenir, sin pensar que la desilusión vive acechando, que se carga más dolor que felicidad, y que la vida se enriquece o se enloda con la misma facilidad.

Esa flor nacida y cultivada en nuestro regazo, empieza a espigar en otra dirección. Esa flor que amanecía junto a nosotros con capullos enteros, olorosos y abiertos, nos parece un puñado de pétalos sucios o marchitos. Su mirada ya no es la misma.

El alba de la vida se llevó su inocencia. Se la llevó la vida que es una marejada muy profunda, contra la que tiene que luchar su debilidad y su curiosidad. Esa vida, que es un oleaje comprometido, contra la que tiene que luchar su débil voluntad y sus ansias de saber y de sentir. Esa vida que es una embestida muy fuerte para la naciente juventud y las pequeñeces morales de los seres humanos.

Se desconecta del hogar. Se asocia a la calle. Se deslumbra on el mundo. Y como si recuperara las alas escondidas en el hogar y protegidas por nosotras, nos dice adiós.

¡Que duro es ese momento!

Pero pensemos que un hijo no se va nunca del regazo de las madres.

Siempre deja en la casa vacía un lucero encendido, un rastro de juventud, una certeza de que por ella siempre estará pasando el amor.