Corola nueva

Autora: Zenaida Bacardí de Argamasilla

Libro: Corola nueva

 

 

 

 

”Corola nueva llamo yo a cada inspiración.

Cuando un viento hace temblar la rosa, sus pétalos vuelan.  Las corolas no mueren, se deshacen, y pasan su vitalidad a la tierra.  

La inspiración se goza traspasando, por eso no le sirven los amarres ni las vendas.  La inspiración es una fiesta de corolas vivas, vibrantes, estremecidas.  Y tiene su propio campo.  Como de  lirios blancos que sólo ella tiñe de rojo al tocarlos.  

La inspiración es un racimo cargado de jugos, pero que pesa lo que la responsabilidad.  Marca al que elige.  

La inspiración es lo único que no se hace polvo, aunque le pase cien veces la rueda de la vida; como está hecha de aire y de luz no se puede atentar contra ella, porque siempre resurge, aunque sea de las cenizas y las lágrimas.  

La inspiración es libre, vibrante, arrulladora.  La inspiración es algo que se recibe como un don, se pone en nuestro cántaro de arcilla, y la mueve Dios a su antojo; todo el mérito es haber recibido un regalo.   Poco significa un recipiente de arcilla, un vaso poroso de pasiones.  Si el contenido viene ya con su llama y el mensaje con su claridad… sólo hay que transmitirlo.  

La inspiración llega sin que uno quiera y se va aunque uno no quiera.  Dios la imprime sobre la vida y emplea su magia para dictarla.  Por cauces, por ríos, por montañas, corre la inspiración de la base a la cima; un invisible fuego la calienta, la adormece, y luego la hace galopar.  Cuando galopa derrama poesía para esta tierra sedienta, como si fuera una llovizna de Dios para las almas de los hombres.  

Apenas ahora se por qué la vida se me parte en dos. Una alma adentro, otra corriendo tras los hombres.  Se bifurca el amor, pero sostenido por un solo fuego, un solo calor.

El empeño de Dios, y la vida que parece el surtidor de una fuente, han ido haciendo mi obra poco a poco.  Yo me dejo llevar como una docil paloma, y Dios me va conduciendo como si gozara con mi asombro ante el milagro.  

La inspiración tiene alas fuertes, anchas… le temo a esos sueños inalcanzables  Trato de detenerlos, les corto la puntas, pero veo sorprendida que es como una poda, y retoñan con más fuerza.  

Esta inspiración parece un instinto de “alas sueltas” en el cielo.  Y una inclinación de “algas sin raíz” en lo profundo del mar.  Abarca todos los espacios, se mueve a todos los impulsos y no se sujeta a nada ni a nadie.  

A veces es como si amaneciera al salir la primera estrella.  Y como si la oscuridad llegara con el alba.  Es una vocación dulce, tierna, pero exigente, dominante.  Nace cuando quiere, brota cuando menos lo esperamos, y hay que darle todo.  

La búsqueda de algo que se presiente es dolorosa.  Después ese hilo de luz que la descubre se va mezclando a la belleza.  ¡Y en ese belleza se nos van el alma y el amor!  

En mi caso, haber nacido con este don me parece un capricho.  Me duele no haberme exigido depurarlo, pulirlo, acrisolarlo.  Y que por añadidura se me haya querido dar un premio es una generosidad que no sé como agradecer.  

Quizá diciendo: cambiaré palabras por canto, cambiaré rosas por semillas, ¡y cambiaré ciencia por amor!

 

                                                                                                                                                                               Abril de 1978